.


¡ADQUIÉRALOS! LIBROS DISPONIBLES EN AMAZON.COM

Autor: PABLO FELIPE PÉREZ GOYRY   Venta aquí: https://t.co/ByjkJ88vJB


©Pablo Felipe Pérez Goyry

15 de octubre de 2004

Bush proyecta una intervención directa contra Cuba

Por Pablo Felipe Pérez Goyry.
15 de octubre de 2004.

Estoy persuadido de que los cánones mentales internos, en la estructura internacional, se originan por una pervertida proliferación de experimentos en todas las naciones. Una reiteración son las pregonadas acciones, contra Cuba, explayadas irresponsablemente por el presidente de EE.UU., George W. Bush; que sin el menor pudor anhela una pronta ingerencia para derrocar a Fidel Castro y el sistema socialista de la nación caribeña. Acciones que no dejan de ser un inaceptable insulto y obscena desvergüenza.

La “Comisión de Ayuda a una Cuba Libre”, el pasado 6 de mayo, presenta un informe, al presidente Bush, donde se explica el maquiavélico plan, que refrendaría a la postre _con ayuda de la extrema derecha cubano estadounidense_, para arrebatar a Cuba su soberanía e incrementar las pérdidas que en algo más de 40 años son de 79 mil 320 millones de dólares, sólo por daños directos a la economía cubana. Esta “ayuda” está concertada con las aspiraciones de apuntalar las embestidas económicas y políticas, que desestabilicen el gobierno de Cuba, y estimular a los cubanos para con diligencia acojan los buenos oficios de la Casa Blanca; y eternizar la hegemonía de EE.UU. sobre Cuba(1).

Las medidas no solo perjudican a los residentes en la isla, también a los isleños en EE.UU.; es decir, cubanos emigrantes en territorio norteamericano no se les permitirá el sistemático contacto con sus familiares y su tierra natal; que es una mezquina violación de la Constitución estadounidense. Por ley, Bush ordena a los emigrados cubanos que sólo podrán viajar a Cuba una vez cada tres años, cuando reciban autorización para ello y solo por un máximo de catorce días, para exclusivamente visitar a familiares directos. Viajes en los que no podrán gastar más de 50 dólares diarios. También tienen restricciones para las remesas de dinero, que no podrá ser mayor a 100 dólares mensuales, y sólo para abuelos, nietos, padres, hermanos, esposos e hijos. ¿Acaso esto es un ejemplo de democracia?

Para se tenga una idea de cual es el alcance de este plan, algunos Senadores y Representantes estadounidenses han cuestionado la aplicación de estas medidas contra Cuba, y “han denunciado que la Oficina de Control de Activos Extranjeros emplea cinco veces más funcionarios con ese fin que los utilizados para escrutar las finanzas de los fanáticos de Al-Qaeda”(2).

Un caso relacionado con este despropósito, es el de Wally y Bárbara Smith, uno y otro jubilados del estado de Vermont, que fueron obligados, en abril de este año, a pagar una multa de 55 mil dólares, como castigo por sus viajes para recorrer la isla en bicicleta y escribir un libro titulado "Bicycling in Cuba(3)".

No es un secreto de hay ejemplos de cómo el gobierno estadounidense impone la coacción económica a otras naciones, para evitar puedan realizar intercambio comercial con el gobierno de Fidel Castro; violando de esta manera el principio de que cada país tiene derecho a escoger sus contrapartes. El caso más reciente es el de la cadena hotelera jamaicana Súper Club, que decidió evaporarse de Cuba, después de recibir su presidente una notificación, del Departamento de Estado estadounidense, concerniente a su visa para entrar a EE.UU., y también una advertencia de podría ser sometido a un proceso judicial como lo dispone la execrable ley Helms-Burton.

Contrario al Derecho Internacional y la Carta de Naciones Unidas, la "Comisión de Ayuda a una Cuba Libre" va a destinar 59 millones de dólares, para las campañas internacionales contra Cuba; el financiamiento a la oppositío internus; y alentar se involucre la comunidad internacional para financiar mercenarios, mediante la participación de terceros países, en un: "Fondo Internacional para la Protección y Desarrollo de la Sociedad Civil en Cuba". Al mismo tiempo, costeara los proyectos que permitan utilizar aviones militares estadounidenses para hacer llegar conspiradoras señales de radio y televisión a la isla. Que se puede decir sobre la ayuda económica y logística para crear instituciones políticas, leyes, reglamentos y hasta una Constitución para cuando sea derrotado el gobierno de la isla. Esta frívola apetencia por demoler el gobierno de Cuba, no es nueva, ha estado en la agenda de todas las administraciones norteamericanas a partir de 1959, que han instituido el terrorismo de Estado sin despreciar la posible agresión directa a la isla. ¿Por qué EE.UU. no aplica igual doctrina y proyecta una intervención directa contra la República Popular China? ¿Acaso Bush a retomado el concepto de repraesaliae massif(4), del presidente Jonh Foster Dulles, o se vale de una versión moderna de la “doctrina Monroe”(5), o de la “doctrina del espléndido aislamiento(6)"? Es evidente la tragedia que abarrota el espíritu de George W. Bush, por no haber logrado todo lo que desea al eliminar a sus adversarios. Es evidente que es víctima, conciente o no, del conocido resultado de los “métodos habituales de la diplomacia estadounidense(7)". No hay dudas del gobierno de EE.UU. no tiene en cuenta de que una acción tiene invariablemente una reacción.

Proclama el gobierno de EE.UU., como parte de los “intereses permanentis”(8), de hay que acabar con la tiranía _diz que dictadura_ que existe en Cuba, porque sustenta sus ideales en el nacionalismo egoísta. De nuevo la memoria del presidente estadounidense lo traiciona, pues muchos de sus mejores aliados practican el absolutismo con excesiva ferocidad y el mayor desprecio por los más elementales derechos humanos. ¿Cuándo derrocara EE.UU. a estos gobiernos? ¿Olvida de los EE.UU. han financiado y apoyado las dictaduras militares más feroces que se han conocido en el planeta?

Si bien se hace necesario, en Cuba, eliminar las actitudes y dogmas separatistas en todos los campos del pensamiento, y reconsiderar aspectos políticos y religiosos que rigen el principio gobernante. Esta transición deben hacerse por medio del discernimiento, y la benevolencia de todos los cubanos. Además, estas reformas se deben amalgamar a todos los hombres y mujeres, que unidos y enfocados en valores correctos a una causa noble traigan el bien para la nación cubana. Eso sí, hay que tener como premisa el sostenimiento del sistema de salud y educativo, reestructurándolo para los cubanos tengan la libertad individual y colectiva de experimentar, analizar, debatir y comprender con un correcto punto de vista y síntesis espiritual, que ponga fin a la unidad impuesta.

Empero, las pretensiones de Bush y de sus amigos cubano estadounidenses, como el senador Díaz-Balart, no han tenido en cuenta que cualquier cambio en la isla no será posible aún con una intervención directa, mientras la generalidad del pueblo cubano no sea capas de reconocer concientemente del gobierno de Fidel Castro es una tiranía, y que existe esta situación en Cuba. Como impera en muchas democracias que tienen dictaduras presidenciales, parlamentarias o monárquicas.

Pareciera que las experiencias de la Bahía de Cochinos, Vietnam, Somalia, Afganistán, e Iraq no son argumentos coherentes para que EE.UU. dedique más tiempo a solucionar sus problemas domésticos, y con sinceridad promueva políticas de colaboración sin imposición, que ayuden no-solo al pueblo cubano, también a 4.000 millones de seres humanos que están afectados por diferentes grados de hambre y pobreza, y que representan el 80 por ciento de la población mundial(9). Por qué no promueve el fortalecimiento del gobierno mundial personificado por la Naciones Unidas. Por qué no dedicar más tiempo para las potencias disminuyan los presupuestos militares y destinar esos dineros para millones de personas puedan tener acceso universal a la salud básica, nutrición, agua, educación, etcétera.

Es una certeza de que Cuba y el mundo se enfrentan a una profunda crisis en lo social, económico y político, que se genera por estados egoístas de conciencia de seres humanos, lo que incentiva los conflictos, y guerras que abruman al planeta. Por este motivo, a mi entender, un verdadero gobierno ante todo no debe ser corrupto. Tampoco sustentara su poder en el monopolio sobre los poderes legislativos, ejecutivo, judicial, y militar como condición esencial para exista libertad individual, porque esta, en esencia, no sería “completa”. Eso es lo que representa el presidente Bush, cuyo omnipotentis deseos de promover la libertad del mundo está centrado en su persona y esto lo lleva a buscar la dictadura mundial; deja de lado de que solo es posible la libertad mediante gobierno justo y la ley honesta; principios que se oponen al poder anárquico en todas sus modalidades.

A juzgar por las apariencias, Bush ama a Dios. Sin embargo, con endiosamiento proyecta una intervención directa para derrocar a Fidel Castro, y el sistema socialista de Cuba. Con todo, olvida del pueblo cubano reconoce las virtutis de la democracia que existe en países de Latinoamérica y el mundo, cuya masa humana está abarrotada por el poder de la corrupción política y financiera. Y que la verdadera comunión con el amor que nos enseña Dios es la de exigir justicia social y dar a los más necesitados del mundo su verdadero derecho a vivir como seres humanos. Los problemas que abruman a Cuba y el mundo no es casual, tienen su origen en la misma historia evolutiva del planeta. Esta verdad no se puede silenciar.

El presidente Bush insiste en no reconocer y sanar los errores, y que la separatividad y el odio son barreras que tienen su antídoto: la buena voluntad y el respeto en todas las incluyentes relaciones humanas. Acaso desconoce de que en un mundo “globalizado” los gobernantes deben trabajar para el bien de la totalidad, dirigiendo su gestión al respeto real de los derechos humanos universalmente reconocidos. Es imposible buscar soluciones para la pobreza, la falta de educación, la cooperación altruista sustentada en el principio sincero de compartir responsabilidades y facilitar la salud física y espiritual. Hoy día es irracional posterga el restablecimiento del equilibrio y unidad internacional, por medio de la compresión y la buena voluntad; y nunca mediante el forzamiento y la beligerancia.

Un mayor apoyo a la oposición política cubana, para impulsar la libertad en Cuba, es la meta del gobierno de EE.UU., y así lo ha expresado Dan Fisk, vicesecretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, en palabras que pronunció el 9 de octubre, ante la Asociación Cubano-Americana en Miami, Florida. Dijo, que hay que limitar los recursos de que dispone el régimen del dictador cubano Fidel Castro. Fisk hizo un bosquejó de los esfuerzos de la administración Bush para aislar y presionar el régimen de la isla, mediante la aplicación de las recomendaciones que hizo la “Comisión de Ayuda a una Cuba Libre (CAFC)(10)”.

Hoy día, sé que él pueblo cubano ha dado fe de su honesta inspiración y experiencia, y lo ha demostrado durante siglos. También, a sido ejemplo al dar lo mejor de sí. Por lo tanto, ante estas nuevas amenazas fascistas no debemos preocuparnos, si deben llamar a la reflexión.

Estas cuartillas serán publicadas pocas horas antes del 2 de noviembre, cuando los estadounidenses van a decidir cual será el presidente que con su personal fantasía manipulará a los Estados Unidos de América. La controversia está reñida y la nación esta más dividida. La lucha se ha centrado entre el actual presidente Bush y el senador demócrata John Kerry. En las elecciones pasadas parte de los votos, del Estado de la Florida _ donde un hermano del presidente es gobernador_ le dio a George W. Bush la presidencia. Como él, proyecta una intervención directa contra Cuba, es muy probable su reelección, con ayuda de posibles irregularidades, como las ocurridas en las pasadas elecciones, y el voto sectario de la mafia y la extrema derecha cubano americana que vive en ese Estado. Los mismos sectarios y extremistas que piden democracia y se respeten los derechos humanos y que han financiado y respaldado las dictaduras más sanguinarias que se hayan conocido la humanidad.

Como siempre, llegado a este punto, detractores no faltan, pero no me angustia lo que digan de lo aquí expuesto, porque estoy persuadido de no he pecando por lo dicho, pues, he distinguido lo que es definitivo de lo pasajero. Por lo demás, incorruptible he recorrido con humildad el sendero que conduce al portal de la sabiduría.

El pueblo estadounidense es libre de elegir a sus dirigentes. Empero, comedidamente, el mundo apela a su discernimiento para no permitan que un Bush fracasado y soberbio destruya la paz de su país, del planeta y la de los cubanos.

Referencias bibliográficas:

Servicio Noticioso de la Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos. Washington, 15 DE OCTUBRE DE 2004.

Revista Electrónica Koeyu Latinoamericano, Caracas, Venezuela, 30 de septiembre de 2004.

Ibiden.

KISSINGER, Henry A. Diplomacy. Publicado por Simon & Shuter. Nueva York, EE.UU., 1994, p. 563.

Mensaje del presidente Monroe al Congreso, 2 de diciembre de 1893, en Ruhl J. Bartlett (comp), The Record of American Diplomay: Alfred A. Knopf, 1956), p. 182.

KISSINGER, Henry A. Ob. cit. p. 360.

KISSINGER, Henry A. Ob. cit. p. 16.

PATERSON, Clifford y Hagan (comps.), American Foreign Policy, 1985, p.189.

Solidaridad.net: http//www.solidaridad.net/vernoticias.asp?noticias=2062

Revista Electrónica Koeyu Latinoamericano, Caracas, Venezuela, 30 de septiembre de 2004.


Pablo Felipe  Pérez Goyry

Freelance: Writer - Journalistic Analyst - Photographer Design Editor - CEO - Chemical Industrial & Analyst

contextus.pablofeliperezg@gmail.com
https://bit.ly/3I7Jf0o
facebook
twitter
instagram