Por Pablo Felipe Pérez Goyry*
Premio José María Heredia de Periodismo 2008
La literatura agrupa en su seno diferentes géneros literarios: historia, ficción, poesía, biografía y otras manifestaciones como fábulas, leyendas, cuentos, adivinanzas... A propósito, en literatura infantil, James M. Barrie, publicó en la ciudad de Londres, en 1904, uno de los cuentos infantiles más afamados del orbe. Cuento que narra las peripecias de un niño que volaba y no tenía padre ni madre, era eterno y no quería crecer, escuchaba a los elfos y habla con los animales, y conocía los arcanos que se esconden tras el mundo real.
Sin embargo, las siguientes cuartillas, no van dirigidas a repasar las vivencias de los personajes y fantasías que se desarrollan en el cuento de James M. Barrie... Es decir, con la ayuda del amable leedor, con discernimiento respetuoso explorar un éxodo insuficientemente platicado por los radicales que residen en Cuba y en la diáspora cubana...
Es saludable repasar la historia
El año 1960, es el “Año de la Reforma Agraria” en el calendario de la insipiente “dictadura del proletariado”, que entra en su segundo aniversario. Un año en que se radicalizan las posiciones políticas y las medidas centralistas del gobierno, y, las acciones de la oposición antifidelista.
No es un secreto de que Estados Unidos y sectores contrarios a la “revolución marxista-fidelista”, desde el mismo momento del triunfo opone resistencia a los cambios y al fanatismo. Es así como grupos opositores realizan acciones civilistas y militares, encaminadas a evitar se enquiste el comunismo en el archipiélago cubano. Cientos de hombres y mujeres, en el Escambray, se enfrentan a batallones del ejercito y las milicias del régimen y, en las ciudades a la policía política y a las organizaciones revolucionarias. A cientos los encarcelan o mueren frente a los paredones de fusilamiento, miles abandonan el país, fundamentalmente hacia Estados Unidos.
Ejemplos de esta convulsionada realidad harían interminable estas cuartillas. Empero, como es saludable repasar la historia, que marcaran la calamitosa vida de los cubanos que residen en la isla cárcel, durante cerca de cincuenta años; a manera de ilustración pueden citarse algunos eventos: Se firma el primer convenio comercial, 13 de febrero, con la Unión de Republicas Socialistas Soviéticas (URSS). Hace explosión en la bahía de La Habana, 4 de marzo, el carguero “La Coubre”, que estaba cargado con armas belgas para las milicias y el ejercito revolucionario. El 2 de julio, el gobierno de EE.UU. suprime la cuota azucarera que tradicionalmente le compra a Cuba. Se realiza la nacionalización, 6 de agosto, de las compañías estadounidenses. El 8 de septiembre, se organizan los batallones de milicias para combatir a las fuerzas guerrilleras contrarias al programa castro-comunista, que se encuentran alzadas en armas en el Escambray. En un acto populista se crean, 28 de septiembre, los Comités de Defensa de la Revolución (CDR). Nacionalizan, 13 de octubre, todos los bancos extranjeros en territorio cubano (menos los canadienses) y 382 grandes empresas. El gobierno de EE.UU., 19 de octubre, decreta el embargo de todo tipo de mercancías destinadas a Cuba, desde territorio estadounidense...
¡No te dejes quitar a tu hijo!
Ciertamente, los primeros tiempos de la “revolución cubana” estuvieron saturados de consignas y exaltación desmedida, enfrentamientos e ideales apasionados. Hoy día, dentro y fuera del archipiélago, para la mayoría de los cubanos esta realidad dramática aún existe y las heridas aún sangran...
En medio de esta pelotera política, emociones encontradas e inseguridad, dudas y hostilidad, a mediados de 1960, la sección de Propaganda de Quatre Eyes, con la venia de Washington y sectores opositores ultra conservadores en el exilio cubano, diseñan un plan para desestabilizar al régimen fidelista. Este se conocerá como “Operación Peter Pan”. Y como los cubanos a todo le ponemos motete o adaptamos al cubaneo, más tarde se conocerá como “Operación Pedro Pan”.
Consistía en realizar una campaña de propaganda que tendría como punto focal hacer creer a las personas residentes en el archipiélago cubano que los niños “bajo un gobierno comunista, pasaban a ser propiedad del Estado, como estaba ocurriendo con las tierras, las industrias y las viviendas”. Por eso, los padres debían luchar para no perder la “Patria Potestad” de sus hijos y la mejor manera de cuidar este derecho estuviera en seguir al pie de la letra las orientaciones que Radio Swan comenzó a emitir en octubre de 1960: “¡No te dejes quitar a tu hijo! ¡Ve a la Iglesia y sigue las orientaciones del clero! Las visas sólo son otorgadas a niños y adolescentes...”.
De ahí que, el 26 de diciembre, comienza la tramoya del mayor éxodo infantil del exilio político cubano, por el aeropuerto internacional José Martí: la “Operación Pedro Pan”.
El responsable del programa era Monseñor Bryan O. Walsh (que posteriormente llegó a ser arzobispo de Miami), a quien el Departamento de Estado concedió poderes exclusivos para entregar los permisos especiales de refugiados a los niños y preadolescentes que entraran a territorio estadounidense. Este permiso se conoció como Visa Waiver, que únicamente otorgaban a menores entre los seis y 18 años de edad, que aspiraran entrar en Estados Unidos. Todos los menores al pisar el territorio estadounidense quedaban bajo la custodia de la diócesis de Miami, en el llamado “Programa de Niños Cubanos No Acompañados”. En pocas palabras, niños sin acompañamiento en un país extraño, y sin fecha para el reencuentro con sus padres.
En 1961, unilateralmente el gobierno estadounidense cierra su embajada en Cuba, como parte de la gestación de la Invasión de Bahía de Cochinos. El resultado es bien conocido. Posteriormente, acontecerá la Crisis de los Misiles, en 1962. Durante esta crisis, el Gobierno de los Estados Unidos canceló los vuelos entre los dos países, y unos ochocientos niños quedaron a la espera de sus padres en Miami. Si bien, la operación tenía como finalidad que los niños se reunificaran con sus padres en pocos meses, Bahía de Cochinos y la Crisis de los Misiles, cambiaron el plan original.
No obstante, después de la prohibición de los vuelos comerciales entre Cuba y EE.UU., con el objetivo de una reunificación, se utilizarán otras rutas y opciones para continuar con el éxodo de los niños desde Cuba, y enseguida, para los propios padres. “Los padres viajarían a un tercer país, (por lo general México o España) desde Cuba y tendrían que esperar en el limbo para obtener visados que les permitieran viajar a los Estados Unidos más tarde. El Reino Unido permitió que niños cubanos viajaran a Jamaica con visas emitidas por la embajada de Gran Bretaña, para luego, desde allí, viajar directamente a Estados Unidos”.
Entre diciembre de 1960 y octubre de 1962, viajan solitarios a los Estados Unidos 14,048 niños cubanos. Cerca de la mitad de los menores tuvieron la suerte de ser recibidos por familiares y amigos. Los demás, la mayoría, los envían a campamentos localizados en Miami o reubicados en otros estados de la nación en: colegios, orfanatos o cobijados por familias estadounidenses (Foster home / hogar sustituto).
Cuarenta y ocho años después...
Los que planearon la “Operación Pedro Pan”, aprovecharon el contextus en que se debatía el pueblo cubano, especialmente entre la clase adinerada y media, afectados por las medidas sectarias del régimen marxista-fidelista, condiciones favorables para hacer creíble la operación, “en este segmento poblacional”. Esta operación, buscaba que los padres quedaran en Cuba, con el único objetivo de acrecentar el descontento y fortalecer los grupos opositores. Aparentemente era un magnífico plan para derrocar al régimen castro-comunista..., como otros planes con desenlaces bien documentados por el fiasco. Definitivamente el ser humano es el único ser que tropieza con la misma piedra varias veces, aunque en el porfiado interés de estrellarse haga el ridículo. En el régimen castro-comunista y sectores de la oposición hay buenos ejemplos...
Con el tiempo, se echa de ver que la “Operación Pedro Pan” fue un programa secreto y que muchas de los procedimientos se disfrazaron, y si bien, el gobierno cubano lo descubrió, dejó que la operación continuara su curso.
La profesora María de los Ángeles Torres, quien fuera uno de los niños Pedro Pan (Peter Pan child), ha comentado que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) llevó a cabo la operación, dirigida intencionadamente para difundir la noticia de que el gobierno de EE.UU. estaba dispuesto a garantizar visas para facilitar el traslado de los niños cubanos a EE.UU., al tiempo que validaba el rumor de que el Gobierno revolucionario podría estar planeando el separar a los hijos de sus padres con fines políticos. La CIA ha negado tal acusación.
Es innegable que el gobierno de Estados Unidos asumió todos los gastos del programa y que muchos de estos menores, tiempo después, se beneficiaron por la llegada de los padres. Empero, hay dudas de los por qué centenares de menores que llegaron en los vuelos de la “Operación Pedro Pan” no ha sido posible localizarlos por diferentes medios privados y gubernamentales. ¿Qué pasó con estos niños cubanos? ¿Cuántos no lograron reencontrase con sus padres o familiares? ¿Cuántos entregados en adopción? ¿Cuántos vivieron en orfanatos y...?
Los testimonios dan fe de que no todo fue color de rosas para los menores al llegar a territorio estadounidense, pues, “la vida de ‘refugiados’ estará llena de experiencias: dificultades con el lenguaje, los aprietos económicos, el conflicto cultural, etcétera...”.
Matecumbe, Kendal, Florida City, OpaLocka son parte de una historia, aún por escribir: La de los campamentos que desperdigados por el sur de la Florida, alojaron a miles de niños cubanos; que decir de los preadolescentes que pasaron por ellos y se sumergieron en desequilibrios emocionales... “Fue dura la experiencia que les tocó enfrentar a esos niños, en muchos casos pequeños todavía, que tuvieron que abandonar su país y sus familias para vivir en condiciones muchas veces adversas. Se reportaron cientos de casos de abusos contra ellos, por los tutores y maestros que les asignaron”. “Eran niños y preadolescentes que tendrían que sobrevivir entre dos culturas, la norteamericana y la cubana... y las dos Cubas”.
Muchos de ellos, personas adultas hoy día, pensaron que sus padres no los querían, y cuentan como marcaron su vida: la conmoción, soledad y abandono. “La situación para todos se hizo más difícil después de la Crisis de Octubre en 1962, cuando los funcionarios del gobierno estadounidense decidieron cerrar la emigración para incrementar la presión sobre la Isla. Más de la mitad de esos niños, sacados del país a través de la “Operación Peter Pan”, quedaron solos en Estados Unidos y tuvieron que sufrir duros años de separación. Y en algunos casos, sencillamente, fue imposible el reencuentro”.
Quizá, el odio y la frustración, el despecho y quebranto de la razón, haga que muchos cubanos sean indiferentes a lo acontecido en la “Operación Pedro Pan”, que, sin titubeos, está llena de angustias clavadas en el alma y testimonios desgarradores, silenciados por el tiempo y los fanáticos censuradores en Cuba y el exilio.
Lamentablemente, más allá de las ideas, no se puede negar que se manipuló y forzó el destino de 14.048 niños, esgrimidos como escudo de intereses políticos mezquinos, y, se lucró con el incuestionable amor y buenas intenciones de unos padres que sólo querían salvaguardar a sus hijos de un potencial peligro. Investigadores y colaboradores de la operación han desmenuzado el asunto y aseguran que esta fue una argucia de la que “Estados Unidos se valió para generar mayor presión y malestar en las capas medias de Cuba, y así lograr un mayor apoyo a sus actividades en contra del gobierno de Castro”, y que el régimen no desaprovechó para deslegitimar a la oposición.
Es cierto que los organizadores de la operación lograron mantener en secreto, por mucho tiempo toda información en relación con una diligencia engañosamente “humanitaria”, cuando en realidad fue una de los más deplorables procedimientos secretos y de “guerra psicológica” ejecutadas por los servicios secretos estadounidenses y sectores radicales del exilio cubano. Así que, la “Operación Pedro Pan” es una muestra palpable de exagera brutalidad, de la capacidad para engañar, manosear y monopolizar las emociones de sus compatriotas, en interés de eternizar privilegios y sórdidos intereses.
Algunos de aquellos niños y preadolescentes son prestigiosos profesionales. Tal es el caso del senador de los Estados Unidos por Florida, Mel Martínez; el diplomático Carlos Eire; la excelsa escritora Ivonne M. Conde; y la profesora María de los Ángeles Torres. También, meritoria es la labor de la organización caritativa “Grupo Operación Pedro Pan”, fundada por un grupo de aquellos niños y adolescentes, para preservar la historia de la Operación Pedro Pan, y ayudar a niños necesitados... La organización cuenta con algo más de 1.000 miembros activos dispersos por Estados Unidos. Empero, ¿Cuantos sufrimientos y lágrimas desparramaron estos niños y preadolescentes en el aeropuerto internacional José Martí, particularmente en la pecera?
Tengo la percepción de que, poco se ha discutido sobre este acaecimiento. Sobran los argumentos, a favor o en contra, sobre lo beneficioso de la “Operación Pedro Pan”. Durante estos cerca de cincuenta años nadie habla de las heridas psicológicas que sufrieron todos estos niños y preadolescentes, y, el martirio de madres, padres y familiares. Es posible que la vergüenza coarte hablar con franqueza, sobre uno de los episodios más cruel sobrevenida en la lucha visceral entre adeptos al régimen castro-comunista y opositores.
Finalmente, los niños y niñas de la “Operación Pedro Pan”, animaron escribir estas cuartillas, porque duele en el alma de este periodista el calvario que miles de niños cubanos padecieron y las secuelas que dejaron en sus vidas, aunque se diga lo contrario por aquellos que no soportaron en carne propia lo que ellos, o los que tuvieron la suerte de estar con sus padres y familiares y ser ilustres profesionales y hombres de negocio. ¿Todos corrieron la misma suerte? Algún día, en ambos lados del Estrecho de la Florida, tendrá que pedirse perdón a estos niños y niñas. Han pasado cuarenta y ocho años, numerosos Peter y Wendy deben peinar canas y tienen más de cincuenta años de edad. A todos llegue un abrazo fraternal desde el alma con los mejores pensamientos; y para los que ya no están, una plegaria con la mano en el corazón. Con todo, alea iacta est. ¡Dios salvaguarde a la nación cubana!Ω
Fotografía:
1. Monseñor Bryan O. Walsh, sacerdote de origen irlandés perteneciente a la Diócesis de Miami, junto a un grupo de niños que salió de Cuba con la Operación Pedro Pan. Barry University. Galería El Nuevo Herald.
Referencias:
- Agencia Central de Inteligencia (CIA):
http://es.wikipedia.org/wiki/Agencia_Central_de_Inteligencia
- Contra Viento y Marea: Jóvenes cubanos hablan desde su exilio en Estados Unidos. Siglo XXI Editores, S.A., México, 1978.
- Corzo, Pedro. Cronología de la lucha contra el totalitarismo 1959-2006, Instituto de la Memoria Histórica Cubana Contra el Totalitarismo. Ediciones Memorias. Miami. 2007.
- Cuban kids in exile: Pawns of Cold War politics, Chicago Sun-Times:
http://www.suntimes.com/output/books/sho-sunday-torres24.html
- Entrevista a Carlos Eire. El Universal, 22 de diciembre de 2003.
- Kissinger, Henry. La diplomacia, Fondo de Cultura Económica. México, D.F., 1995.
- Los niños de Pedro Pan: http://www.elnuevoherald.com/372/gallery/208065.html
- Mel Martínez, Senador de Estados Unidos de América:
Premio José María Heredia de Periodismo 2008
La literatura agrupa en su seno diferentes géneros literarios: historia, ficción, poesía, biografía y otras manifestaciones como fábulas, leyendas, cuentos, adivinanzas... A propósito, en literatura infantil, James M. Barrie, publicó en la ciudad de Londres, en 1904, uno de los cuentos infantiles más afamados del orbe. Cuento que narra las peripecias de un niño que volaba y no tenía padre ni madre, era eterno y no quería crecer, escuchaba a los elfos y habla con los animales, y conocía los arcanos que se esconden tras el mundo real.
Sin embargo, las siguientes cuartillas, no van dirigidas a repasar las vivencias de los personajes y fantasías que se desarrollan en el cuento de James M. Barrie... Es decir, con la ayuda del amable leedor, con discernimiento respetuoso explorar un éxodo insuficientemente platicado por los radicales que residen en Cuba y en la diáspora cubana...
Es saludable repasar la historia
El año 1960, es el “Año de la Reforma Agraria” en el calendario de la insipiente “dictadura del proletariado”, que entra en su segundo aniversario. Un año en que se radicalizan las posiciones políticas y las medidas centralistas del gobierno, y, las acciones de la oposición antifidelista.
No es un secreto de que Estados Unidos y sectores contrarios a la “revolución marxista-fidelista”, desde el mismo momento del triunfo opone resistencia a los cambios y al fanatismo. Es así como grupos opositores realizan acciones civilistas y militares, encaminadas a evitar se enquiste el comunismo en el archipiélago cubano. Cientos de hombres y mujeres, en el Escambray, se enfrentan a batallones del ejercito y las milicias del régimen y, en las ciudades a la policía política y a las organizaciones revolucionarias. A cientos los encarcelan o mueren frente a los paredones de fusilamiento, miles abandonan el país, fundamentalmente hacia Estados Unidos.
Ejemplos de esta convulsionada realidad harían interminable estas cuartillas. Empero, como es saludable repasar la historia, que marcaran la calamitosa vida de los cubanos que residen en la isla cárcel, durante cerca de cincuenta años; a manera de ilustración pueden citarse algunos eventos: Se firma el primer convenio comercial, 13 de febrero, con la Unión de Republicas Socialistas Soviéticas (URSS). Hace explosión en la bahía de La Habana, 4 de marzo, el carguero “La Coubre”, que estaba cargado con armas belgas para las milicias y el ejercito revolucionario. El 2 de julio, el gobierno de EE.UU. suprime la cuota azucarera que tradicionalmente le compra a Cuba. Se realiza la nacionalización, 6 de agosto, de las compañías estadounidenses. El 8 de septiembre, se organizan los batallones de milicias para combatir a las fuerzas guerrilleras contrarias al programa castro-comunista, que se encuentran alzadas en armas en el Escambray. En un acto populista se crean, 28 de septiembre, los Comités de Defensa de la Revolución (CDR). Nacionalizan, 13 de octubre, todos los bancos extranjeros en territorio cubano (menos los canadienses) y 382 grandes empresas. El gobierno de EE.UU., 19 de octubre, decreta el embargo de todo tipo de mercancías destinadas a Cuba, desde territorio estadounidense...
¡No te dejes quitar a tu hijo!
Ciertamente, los primeros tiempos de la “revolución cubana” estuvieron saturados de consignas y exaltación desmedida, enfrentamientos e ideales apasionados. Hoy día, dentro y fuera del archipiélago, para la mayoría de los cubanos esta realidad dramática aún existe y las heridas aún sangran...
En medio de esta pelotera política, emociones encontradas e inseguridad, dudas y hostilidad, a mediados de 1960, la sección de Propaganda de Quatre Eyes, con la venia de Washington y sectores opositores ultra conservadores en el exilio cubano, diseñan un plan para desestabilizar al régimen fidelista. Este se conocerá como “Operación Peter Pan”. Y como los cubanos a todo le ponemos motete o adaptamos al cubaneo, más tarde se conocerá como “Operación Pedro Pan”.
Consistía en realizar una campaña de propaganda que tendría como punto focal hacer creer a las personas residentes en el archipiélago cubano que los niños “bajo un gobierno comunista, pasaban a ser propiedad del Estado, como estaba ocurriendo con las tierras, las industrias y las viviendas”. Por eso, los padres debían luchar para no perder la “Patria Potestad” de sus hijos y la mejor manera de cuidar este derecho estuviera en seguir al pie de la letra las orientaciones que Radio Swan comenzó a emitir en octubre de 1960: “¡No te dejes quitar a tu hijo! ¡Ve a la Iglesia y sigue las orientaciones del clero! Las visas sólo son otorgadas a niños y adolescentes...”.
De ahí que, el 26 de diciembre, comienza la tramoya del mayor éxodo infantil del exilio político cubano, por el aeropuerto internacional José Martí: la “Operación Pedro Pan”.
El responsable del programa era Monseñor Bryan O. Walsh (que posteriormente llegó a ser arzobispo de Miami), a quien el Departamento de Estado concedió poderes exclusivos para entregar los permisos especiales de refugiados a los niños y preadolescentes que entraran a territorio estadounidense. Este permiso se conoció como Visa Waiver, que únicamente otorgaban a menores entre los seis y 18 años de edad, que aspiraran entrar en Estados Unidos. Todos los menores al pisar el territorio estadounidense quedaban bajo la custodia de la diócesis de Miami, en el llamado “Programa de Niños Cubanos No Acompañados”. En pocas palabras, niños sin acompañamiento en un país extraño, y sin fecha para el reencuentro con sus padres.
En 1961, unilateralmente el gobierno estadounidense cierra su embajada en Cuba, como parte de la gestación de la Invasión de Bahía de Cochinos. El resultado es bien conocido. Posteriormente, acontecerá la Crisis de los Misiles, en 1962. Durante esta crisis, el Gobierno de los Estados Unidos canceló los vuelos entre los dos países, y unos ochocientos niños quedaron a la espera de sus padres en Miami. Si bien, la operación tenía como finalidad que los niños se reunificaran con sus padres en pocos meses, Bahía de Cochinos y la Crisis de los Misiles, cambiaron el plan original.
No obstante, después de la prohibición de los vuelos comerciales entre Cuba y EE.UU., con el objetivo de una reunificación, se utilizarán otras rutas y opciones para continuar con el éxodo de los niños desde Cuba, y enseguida, para los propios padres. “Los padres viajarían a un tercer país, (por lo general México o España) desde Cuba y tendrían que esperar en el limbo para obtener visados que les permitieran viajar a los Estados Unidos más tarde. El Reino Unido permitió que niños cubanos viajaran a Jamaica con visas emitidas por la embajada de Gran Bretaña, para luego, desde allí, viajar directamente a Estados Unidos”.
Entre diciembre de 1960 y octubre de 1962, viajan solitarios a los Estados Unidos 14,048 niños cubanos. Cerca de la mitad de los menores tuvieron la suerte de ser recibidos por familiares y amigos. Los demás, la mayoría, los envían a campamentos localizados en Miami o reubicados en otros estados de la nación en: colegios, orfanatos o cobijados por familias estadounidenses (Foster home / hogar sustituto).
Cuarenta y ocho años después...
Los que planearon la “Operación Pedro Pan”, aprovecharon el contextus en que se debatía el pueblo cubano, especialmente entre la clase adinerada y media, afectados por las medidas sectarias del régimen marxista-fidelista, condiciones favorables para hacer creíble la operación, “en este segmento poblacional”. Esta operación, buscaba que los padres quedaran en Cuba, con el único objetivo de acrecentar el descontento y fortalecer los grupos opositores. Aparentemente era un magnífico plan para derrocar al régimen castro-comunista..., como otros planes con desenlaces bien documentados por el fiasco. Definitivamente el ser humano es el único ser que tropieza con la misma piedra varias veces, aunque en el porfiado interés de estrellarse haga el ridículo. En el régimen castro-comunista y sectores de la oposición hay buenos ejemplos...
Con el tiempo, se echa de ver que la “Operación Pedro Pan” fue un programa secreto y que muchas de los procedimientos se disfrazaron, y si bien, el gobierno cubano lo descubrió, dejó que la operación continuara su curso.
La profesora María de los Ángeles Torres, quien fuera uno de los niños Pedro Pan (Peter Pan child), ha comentado que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) llevó a cabo la operación, dirigida intencionadamente para difundir la noticia de que el gobierno de EE.UU. estaba dispuesto a garantizar visas para facilitar el traslado de los niños cubanos a EE.UU., al tiempo que validaba el rumor de que el Gobierno revolucionario podría estar planeando el separar a los hijos de sus padres con fines políticos. La CIA ha negado tal acusación.
Es innegable que el gobierno de Estados Unidos asumió todos los gastos del programa y que muchos de estos menores, tiempo después, se beneficiaron por la llegada de los padres. Empero, hay dudas de los por qué centenares de menores que llegaron en los vuelos de la “Operación Pedro Pan” no ha sido posible localizarlos por diferentes medios privados y gubernamentales. ¿Qué pasó con estos niños cubanos? ¿Cuántos no lograron reencontrase con sus padres o familiares? ¿Cuántos entregados en adopción? ¿Cuántos vivieron en orfanatos y...?
Los testimonios dan fe de que no todo fue color de rosas para los menores al llegar a territorio estadounidense, pues, “la vida de ‘refugiados’ estará llena de experiencias: dificultades con el lenguaje, los aprietos económicos, el conflicto cultural, etcétera...”.
Matecumbe, Kendal, Florida City, OpaLocka son parte de una historia, aún por escribir: La de los campamentos que desperdigados por el sur de la Florida, alojaron a miles de niños cubanos; que decir de los preadolescentes que pasaron por ellos y se sumergieron en desequilibrios emocionales... “Fue dura la experiencia que les tocó enfrentar a esos niños, en muchos casos pequeños todavía, que tuvieron que abandonar su país y sus familias para vivir en condiciones muchas veces adversas. Se reportaron cientos de casos de abusos contra ellos, por los tutores y maestros que les asignaron”. “Eran niños y preadolescentes que tendrían que sobrevivir entre dos culturas, la norteamericana y la cubana... y las dos Cubas”.
Muchos de ellos, personas adultas hoy día, pensaron que sus padres no los querían, y cuentan como marcaron su vida: la conmoción, soledad y abandono. “La situación para todos se hizo más difícil después de la Crisis de Octubre en 1962, cuando los funcionarios del gobierno estadounidense decidieron cerrar la emigración para incrementar la presión sobre la Isla. Más de la mitad de esos niños, sacados del país a través de la “Operación Peter Pan”, quedaron solos en Estados Unidos y tuvieron que sufrir duros años de separación. Y en algunos casos, sencillamente, fue imposible el reencuentro”.
Quizá, el odio y la frustración, el despecho y quebranto de la razón, haga que muchos cubanos sean indiferentes a lo acontecido en la “Operación Pedro Pan”, que, sin titubeos, está llena de angustias clavadas en el alma y testimonios desgarradores, silenciados por el tiempo y los fanáticos censuradores en Cuba y el exilio.
Lamentablemente, más allá de las ideas, no se puede negar que se manipuló y forzó el destino de 14.048 niños, esgrimidos como escudo de intereses políticos mezquinos, y, se lucró con el incuestionable amor y buenas intenciones de unos padres que sólo querían salvaguardar a sus hijos de un potencial peligro. Investigadores y colaboradores de la operación han desmenuzado el asunto y aseguran que esta fue una argucia de la que “Estados Unidos se valió para generar mayor presión y malestar en las capas medias de Cuba, y así lograr un mayor apoyo a sus actividades en contra del gobierno de Castro”, y que el régimen no desaprovechó para deslegitimar a la oposición.
Es cierto que los organizadores de la operación lograron mantener en secreto, por mucho tiempo toda información en relación con una diligencia engañosamente “humanitaria”, cuando en realidad fue una de los más deplorables procedimientos secretos y de “guerra psicológica” ejecutadas por los servicios secretos estadounidenses y sectores radicales del exilio cubano. Así que, la “Operación Pedro Pan” es una muestra palpable de exagera brutalidad, de la capacidad para engañar, manosear y monopolizar las emociones de sus compatriotas, en interés de eternizar privilegios y sórdidos intereses.
Algunos de aquellos niños y preadolescentes son prestigiosos profesionales. Tal es el caso del senador de los Estados Unidos por Florida, Mel Martínez; el diplomático Carlos Eire; la excelsa escritora Ivonne M. Conde; y la profesora María de los Ángeles Torres. También, meritoria es la labor de la organización caritativa “Grupo Operación Pedro Pan”, fundada por un grupo de aquellos niños y adolescentes, para preservar la historia de la Operación Pedro Pan, y ayudar a niños necesitados... La organización cuenta con algo más de 1.000 miembros activos dispersos por Estados Unidos. Empero, ¿Cuantos sufrimientos y lágrimas desparramaron estos niños y preadolescentes en el aeropuerto internacional José Martí, particularmente en la pecera?
Tengo la percepción de que, poco se ha discutido sobre este acaecimiento. Sobran los argumentos, a favor o en contra, sobre lo beneficioso de la “Operación Pedro Pan”. Durante estos cerca de cincuenta años nadie habla de las heridas psicológicas que sufrieron todos estos niños y preadolescentes, y, el martirio de madres, padres y familiares. Es posible que la vergüenza coarte hablar con franqueza, sobre uno de los episodios más cruel sobrevenida en la lucha visceral entre adeptos al régimen castro-comunista y opositores.
Finalmente, los niños y niñas de la “Operación Pedro Pan”, animaron escribir estas cuartillas, porque duele en el alma de este periodista el calvario que miles de niños cubanos padecieron y las secuelas que dejaron en sus vidas, aunque se diga lo contrario por aquellos que no soportaron en carne propia lo que ellos, o los que tuvieron la suerte de estar con sus padres y familiares y ser ilustres profesionales y hombres de negocio. ¿Todos corrieron la misma suerte? Algún día, en ambos lados del Estrecho de la Florida, tendrá que pedirse perdón a estos niños y niñas. Han pasado cuarenta y ocho años, numerosos Peter y Wendy deben peinar canas y tienen más de cincuenta años de edad. A todos llegue un abrazo fraternal desde el alma con los mejores pensamientos; y para los que ya no están, una plegaria con la mano en el corazón. Con todo, alea iacta est. ¡Dios salvaguarde a la nación cubana!Ω
Fotografía:
1. Monseñor Bryan O. Walsh, sacerdote de origen irlandés perteneciente a la Diócesis de Miami, junto a un grupo de niños que salió de Cuba con la Operación Pedro Pan. Barry University. Galería El Nuevo Herald.
Referencias:
- Agencia Central de Inteligencia (CIA):
http://es.wikipedia.org/wiki/Agencia_Central_de_Inteligencia
- Contra Viento y Marea: Jóvenes cubanos hablan desde su exilio en Estados Unidos. Siglo XXI Editores, S.A., México, 1978.
- Corzo, Pedro. Cronología de la lucha contra el totalitarismo 1959-2006, Instituto de la Memoria Histórica Cubana Contra el Totalitarismo. Ediciones Memorias. Miami. 2007.
- Cuban kids in exile: Pawns of Cold War politics, Chicago Sun-Times:
http://www.suntimes.com/output/books/sho-sunday-torres24.html
- Entrevista a Carlos Eire. El Universal, 22 de diciembre de 2003.
- Kissinger, Henry. La diplomacia, Fondo de Cultura Económica. México, D.F., 1995.
- Los niños de Pedro Pan: http://www.elnuevoherald.com/372/gallery/208065.html
- Mel Martínez, Senador de Estados Unidos de América:
http://es.wikipedia.org/wiki/Mel_Martinez
- No Castro: Operación Peter Pan: http://www.nocastro.com/atrocities/opeterpan.htm
- Olas migratorias desde 1959, entre el desencanto y la esperanza:
http://www.elnuevoherald.com/207/story/217444.html
- Operación Éxodo. El Nuevo Herald, sábado 20 de septiembre del 2008
- Operación Pedro Pan, el éxodo de la inocencia. El Nuevo Herald. 30 de mayo de 2008.
- Operación Pedro Pan. La historia inédita del éxodo de 14,408 niños cubanos. Conde, Ivonne M.
- "Pedro Pan", NPR's All Things Considered:
http://www.npr.org/templates/story/story.php?storyId=1073679
- Sitio Oficial de Operation Pedro Pan: http://www.pedropan.org/
- Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Operaci%C3%B3n_Peter_Pan
*Pablo Felipe Pérez Goyry.
Analista y Periodista Independiente.
Premio José María Heredia de Periodismo 2008.
Miembro del Instituto Nacional de Periodismo Latinoamericano.
Web: http://es.geocities.com/libertadeopinion/
Blogspot: http://contextuspablofeliperezg.blogspot.com/
- No Castro: Operación Peter Pan: http://www.nocastro.com/atrocities/opeterpan.htm
- Olas migratorias desde 1959, entre el desencanto y la esperanza:
http://www.elnuevoherald.com/207/story/217444.html
- Operación Éxodo. El Nuevo Herald, sábado 20 de septiembre del 2008
- Operación Pedro Pan, el éxodo de la inocencia. El Nuevo Herald. 30 de mayo de 2008.
- Operación Pedro Pan. La historia inédita del éxodo de 14,408 niños cubanos. Conde, Ivonne M.
- "Pedro Pan", NPR's All Things Considered:
http://www.npr.org/templates/story/story.php?storyId=1073679
- Sitio Oficial de Operation Pedro Pan: http://www.pedropan.org/
- Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Operaci%C3%B3n_Peter_Pan
*Pablo Felipe Pérez Goyry.
Analista y Periodista Independiente.
Premio José María Heredia de Periodismo 2008.
Miembro del Instituto Nacional de Periodismo Latinoamericano.
Web: http://es.geocities.com/libertadeopinion/
Blogspot: http://contextuspablofeliperezg.blogspot.com/
Diciembre de 2008.
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©Pablo Felipe Pérez Goyry. Todos los derechos.