Por Pablo Felipe Pérez Goyry*
Hoy por hoy, según una reciente encuesta de CNN-Gallup, “la imagen de EE.UU. está por el piso. Solo un 30 por ciento, de ciudadanos del mundo, lo ve con buenos ojos. Menos que en cualquier otro momento de la historia”. De acuerdo con el sondeo de opinión, un 71 por ciento de los encuestados desaprueba la gestión como presidente de Bush. En 70 años ¾que llevan las encuestas como método confiable para evaluar estas preferencias¾ solo dos presidentes se habían acercado a ese número: Richard Nixon, con un 66 por ciento, días antes de anunciar su renuncia por el escándalo de Watergate, y Harry Truman, 67 por ciento, durante la Guerra de Corea. Para los analistas, me incluyo, sobran razones para explicar el desastre de los republicanos en las pasadas votaciones, para elegir al nuevo presidente de la unión, que por amplia mayoría ganó el candidato demócrata Barack Obama.
No hay mal que cien años dure, ni persona que lo aguante
Revisando la historia reciente, es dable reflexionar sobre los excesos y errores, que son la causa principal del descrédito de la administración Bush.
Todo comenzó con los ataques, de integrantes de Al Qaeda, contra Nueva York y Washington, el 11 de septiembre de 2001. A partir de ese momento, el gobierno estadounidense, Bush y los neoconservadores, inician una meteórica carrera diplomática para justificar la “lucha contra el terrorismo”. No se puede negar que el apoyo internacional no se hizo esperar, y que la invasión contra Afganistán ¾bajo el argumento de que Osama Bin Laden y Al Qaeda se refugiaban en ese país¾ estuvo conformada por una coalición de países. Mas adelante, en el 2002, Bush presentó “una nueva política de Seguridad Nacional que llamaba a la ‘acción preventiva’ y aró el terreno para otra aventura militar: la invasión de Iraq, argumentando que Saddam Hussein almacenaba armas de destrucción masiva”.
La guerra comenzó y poco a poco se fue develando el arcano y los errores. De un lado, las falsedades, pues, el mundo no pecó de ignorancia y puso al descubierto que la historia de las armas biológicas y nucleares eran una telenovela. Posteriormente, estallan los escándalos de: las arbitrariedades y torturas en la cárcel de Abu Grahib; las sedes encubiertas de detención de la CIA en países del Medio Oriente y Europa; y la testarudez enfermiza de mantener, en la prisión de Guantánamo, en Cuba, encarcelados ilegalmente a los capturados bajo sospecha de ser parte de Al Qaeda, desestimando su sistema judicial y las denuncias de la comunidad internacional.
Dice el refrán que “el que mucho abarca, poco acaba”, y Bush empezó y no termina, porque sigue “enmarañado” en las guerras de Afganistán e Iraq, donde han muerto más de 4.730 soldados estadounidense. Una cifra superior a las personas que murieron el 11-S. Los resultados no son halagüeños, porque el terrorismo no ha desaparecido y Bin Laden no se ha capturado. Para Sergio Gómez Maseri, “muchos creen que la guerra de Iraq exacerbó el extremismo islámico y hay pruebas de ello, con el ascenso de Hamas en Palestina”. Las evidencias son contundentes, Busch y sus halcones, más que aciertos... errores.
El demócrata Barack Obama y las elecciones
Durante semanas, el demócrata Barack Obama, ganó la mayoría de las encuestas y se perfilaba como favorito para ganar las elecciones presidenciales. Y los resultados del 4 de noviembre... así lo demuestran.
El próximo inquilino de la Casa Blanca, hasta hace 8 años, era un político poco conocido en el ámbito nacional. Nació en 1961, en Hawai, es hijo de Satanley Ann Dunham (una antropóloga nacida en Kansas) y de Barack Obama (un economista keniano educado en Harvard), ambos ya fallecidos.
En Hawai, su mocedad estuvo marcada por una excelsa trayectoria escolar, también, “por años de rebeldía”. Por fortuna, a ese período le siguió una selecta formación en las universidades de Columbia y Harvard, luego un período como profesor y defensor de los derechos civiles en Chicago. Su elección como senador estatal por Illinois, y su llegada al senado de Estados Unidos, en el año 2004. Todos estos avales, lo catapultan al escenario político nacional.
Con todo, su carrera política, la principió con discursos que no atraían al público y en los que predominaba las particularidades relacionadas con programas. Pero..., indudablemente, gana notabilidad durante la Convención Nacional del Partido Demócrata, en Boston, cuando lo invitan a ser el primer orador.
Decía Truman Capote que: “La disciplina es la parte más importante del éxito”. Barack Obama es un ejemplo, que da vida a este punto de vista del autor de “A sangre fría”.
¿Los estadounidenses están realmente preparados para tener al primer presidente negro? ¿Los resultados y alborozo de los votantes, que apoyaron a Obama, serán sólo una respuesta emocional?
Ciertamente que, estas y otras son las interrogantes relacionadas con el futuro huésped de la Casa Blanca. Por ahora, vale la pena reflexionar sobre lo dicho por Voltaire: “El tiempo hace justicia y pone todo en su sitio”.
¿Las elecciones fueron un éxito...?
Según reportes de AP y AFP, en estas elecciones se superaron las expectativas, porque: “Fue tal el entusiasmo, que en muchos precintos las colas comenzaron a formarse hasta tres horas antes de la apertura de los puestos de votación. Pese a la lluvia, el frío, y las largas colas que en algunos casos se extendían por cuadras, millones de estadounidenses, en cifras récord, se volcaron a las urnas para depositar sus votos por Barack Obama y John Mccain, los candidatos a la presidencia de Estados Unidos”. “De acuerdo con las autoridades electorales, se esperaba una participación cercana al 80 por ciento, lo cual implica una nueva marca, al igual que millones de nuevos votantes que nunca antes se habían registrado. En total, para este ciclo 2008, el parte electoral aumentó un 7,3 por ciento, con respecto al 2004 ¾el salto mayor en décadas¾ y se esperaba un consolidado de más de 130 millones de votos. De ellos, casi 30 millones, o más del 25 por ciento, llegaron por la vía del voto anticipado”.
Empero, como la perfección no existe, no faltaron aislados problemas que usualmente se presentan, y opacaron el normal desarrollo de los comicios en ciertos lugares de la unión. Algún que otro retraso en la apertura de oficinas de votación, el mal funcionamiento de algunas máquinas en la lectura óptica de las boletas, algunas acusaciones de votantes que denunciaban su retiro arbitrario de los registros, fallas en las pantallas electrónicas para las firmas...
Oportunamente, la AFP y AP, reportaron que: “Los votantes tuvieron que usar fragmentos de papel debido a los problemas con las máquinas de votación electrónica en recintos de Nueva Jersey”. “Los votantes de la Florida experimentaron largas filas pero pocos inconvenientes, mientras el estado trataba de reparar su deteriorada reputación después del fiasco electoral en el 2000”. “Quejas de supuestos intentos de cortar el derecho a voto aparecieron en Virginia, uno de los estados más disputados. Un juez se negó el lunes a extender el horario de votación o agregar máquinas para votar en las zonas de mayor presencia de lectores negros”. En Ohio, un estado que ya ha tenido complicaciones, el vocero de la Junta Electoral del Condado de Franklin, Ben Piscitelli, dijo “que las autoridades afrontaron de nuevo fallas técnicas típicas, como cintas de papel bloqueadas en las máquinas de votación”. De todas maneras, no se puede negar que las elecciones fueron un éxito...
Retos del presidente Barack Obama
En los últimos tres meses, el mundo a experimentado una profunda crisis económica. Primero fue el sopitipando hipotecario estadounidense, inmediatamente la epilepsia financiera que posteriormente perturba y explaya al conjunto de la economía mundial. En suma, la crisis afectó los bolsillos del elector estadounidense y la opinión pública internacional.
Luego, la agenda del candidato demócrata, Barack Obama, que contenía varias prioridades en la política exterior de EE.UU., la tuvo que cambiar. Es decir, la agudización de la crisis es el asunto urgente que debe encarar el bisoño presidente: acrecentamiento en el desempleo, restricción del crédito, más inflación, caída en el consumo y los ingresos, compañías en problemas, menor valor de las empresas en las Bolsas de valores, así como menor producción. Aspectos gravísimos que están descalabrando a la sociedad estadounidense y que a pesar de que se “incubaron hace varios años”, reventaron en plena campaña electoral. Guste o no, los resultados son bien conocidos...
Por todas estas razones, el asunto de las guerras en Afganistán e Iraq, cardinal frente equívoco en la política internacional del presidente George W. Bush, no será el tema prioritario para el nuevo presidente de “la nación más poderosa del planeta”. Que decir de América Latina y Cuba ¿no serán prioridad en la política exterior de Estados Unidos?
Mi punto de vista sobre lo dicho en estas cuartillas es que, el nuevo presidente y su equipo económico deben ponerse a trabajar con celeridad a fin de aportar soluciones a la barahúnda económica y poner orden... Esa es la prioridad y los votantes estadounidense confían que así sea.
Soy escéptico en las expectativas de algunos gobiernos de la región, tengo la percepción que el tratamiento que recibirán del gobierno estadounidense será modesto. Tal es el caso de Colombia, que a gastado miles de dólares haciendo “lobby” en los pasillos del Congreso de EE.UU. y en gestiones para convencer que se debe aprobar el TLC entre las dos naciones, algo que esta por ver y no creo que se apruebe por ahora.
Estoy de acuerdo con lo que expresa el analista político chileno y experto en relaciones América Latina-EE.UU., Patricio Navia: Colombia “no dejará de ser aliado privilegiado de Washington si el demócrata se corona como primer presidente negro de Estados Unidos, pero el presidente Álvaro Uribe ‘pagará el precio’ de su apoyo ‘implícito’ a la candidatura de Jonh McCain, que incluyó en su campaña viaje al país suramericano”. Barack Obama y la bancada demócrata en el congreso, no apoyan el Tratado de Libre Comercio (TLC) que negocian EE.UU. y Colombia, se oponen a aprobarlo mientras que en el país no disminuya el asesinato de sindicalistas y se mejore el respeto a los derechos humanos. A propósito, los sectores demócratas proponen modificar o suspender el tratado que existe desde 1994 con México.
Sobre el peliagudo tema migratorio, tengo mis reservas, aunque si la esperanza de que será una prioridad domestica. Obama no debe olvidar que los hispanos y emigrantes en general aportaron votos importantes para su victoria.
¿Y Cuba?... Los cubanos somos optimistas, pero, la prudencia debe prevalecer para se pueda lograr un acercamiento entre los dos países. Obama a expresado su intención de dialogar con La Habana, sin condiciones. El gobierno cubano en este sentido ha dicho lo mismo; en tres oportunidades Raúl Castro ha comentado que está dispuesto a dialogar con el gobierno estadounidense “sin condiciones”.
Ojalá, no sea más de lo mismo...
Recientemente, el primer vicepresidente cubano, José Ramón Machado, dijo a la agencia de noticias EFE que “la elección de Barack Obama como presidente de Estados Unidos es ‘interesante’ y recordó que el mandatario cubano, Raúl Castro, dijo en tres ocasiones que Cuba está dispuesta a dialogar sin condiciones y en un plano de igualdad”. “Interesante es, y realmente se demuestra ahí que hubo un cambio, hubo algo que no es habitual”, dijo Machado, a periodistas, durante un recorrido por Santa Cruz del Sur para conocer los estragos del huracán “Paloma”. Machado aseguró “que a pesar de que Obama, durante la campaña electoral, manifestó su disposición a hablar con todos los países, gobernar es otra cosa, y que no es uno solo, porque hay otros intereses, otras cosas”. “A ver si logramos que se levante el bloqueo, que se quite el bloqueo, que eso es lo que hace falta, esa es la mejor ayuda que hay”, dijo sobre una eventual oferta de ayuda de Estados Unidos a Cuba tras el paso del huracán “Paloma”, como ya sucedió después de los ciclones “Gustav” e “Ike”. Una ayuda que muchos cubanos esperan la acepte el gobierno cubano... A todas luces la mesa, de diálogos bilaterales, parece estar servida esperando a los “comensales” de los gobiernos de EE.UU. y Cuba.
La nueva administración estadounidense tendrá que dar respuesta a múltiples interrogantes: ¿Cómo negociará Obama con el Congreso el plan de ayuda financiera? ¿Cómo el nuevo gobierno dará solución a la Guerra de Afganistán e Iraq? ¿Cuál será la nueva estrategia para luchar contra el grupo terrorista Al Qaeda? ¿Se aprobará el TLC con Colombia? ¿Se clausurará la cárcel de Guantánamo y puestos en libertad los prisioneros? ¿Cuál será el final de la recesión y los problemas hipotecarios? ¿Por cuánto tiempo decrecerá la industria automovilística? ¿Será capaz el nuevo gobierno de rescatar la confianza económico-financiera? ¿Con el fin del mandato de Bush, ‘el mundo dará un suspiro de alivio’? ¿Se levantara el bloqueo económico contra Cuba? ¿Pondrá en libertad a los presos políticos el régimen castro-comunista? ¿Habrá aproximaciones y diálogos entre Barack Obama y Raúl Castro? ¿El cambio llegó a Estados Unidos? Preguntas que por ahora no tienen respuestas. En consecuencia ver para creer.
Finalmente, mi opinión es que la codicia soez es la génesis de incontables infortunios. De ahí que, es apodíctico afirmar que el frenesí bárbaro y los yerros del gobierno de George W. Bush, son la causa y no-casualidad de que se considere como “el peor gobierno de la historia de Estados Unidos de América”. Afortunadamente, para los estadounidenses y el planeta, el 21 de enero de 2009 se marcha Bush, y una esperanza de nombre Barack Obama será el nuevo inquilino de la Casa Blanca. Confío en que Obama representa el sueño de Martín Luter King y la de todos los que han sufrido discriminación. Ojalá, no sea más de lo mismo... ¡Dios salvaguarde a Barack Obama y a Estados Unidos! ¡Dios salvaguarde a la Nación cubana!Ω
*Pablo Felipe Pérez Goyry.
Analista y Periodista Independiente.
Miembro del Instituto Nacional de Periodismo Latinoamericano.
Web: http://es.geocities.com/libertadeopinion/
Blog: http://contextuspablofeliperezg.blogspot.com/
Hoy por hoy, según una reciente encuesta de CNN-Gallup, “la imagen de EE.UU. está por el piso. Solo un 30 por ciento, de ciudadanos del mundo, lo ve con buenos ojos. Menos que en cualquier otro momento de la historia”. De acuerdo con el sondeo de opinión, un 71 por ciento de los encuestados desaprueba la gestión como presidente de Bush. En 70 años ¾que llevan las encuestas como método confiable para evaluar estas preferencias¾ solo dos presidentes se habían acercado a ese número: Richard Nixon, con un 66 por ciento, días antes de anunciar su renuncia por el escándalo de Watergate, y Harry Truman, 67 por ciento, durante la Guerra de Corea. Para los analistas, me incluyo, sobran razones para explicar el desastre de los republicanos en las pasadas votaciones, para elegir al nuevo presidente de la unión, que por amplia mayoría ganó el candidato demócrata Barack Obama.
No hay mal que cien años dure, ni persona que lo aguante
Revisando la historia reciente, es dable reflexionar sobre los excesos y errores, que son la causa principal del descrédito de la administración Bush.
Todo comenzó con los ataques, de integrantes de Al Qaeda, contra Nueva York y Washington, el 11 de septiembre de 2001. A partir de ese momento, el gobierno estadounidense, Bush y los neoconservadores, inician una meteórica carrera diplomática para justificar la “lucha contra el terrorismo”. No se puede negar que el apoyo internacional no se hizo esperar, y que la invasión contra Afganistán ¾bajo el argumento de que Osama Bin Laden y Al Qaeda se refugiaban en ese país¾ estuvo conformada por una coalición de países. Mas adelante, en el 2002, Bush presentó “una nueva política de Seguridad Nacional que llamaba a la ‘acción preventiva’ y aró el terreno para otra aventura militar: la invasión de Iraq, argumentando que Saddam Hussein almacenaba armas de destrucción masiva”.
La guerra comenzó y poco a poco se fue develando el arcano y los errores. De un lado, las falsedades, pues, el mundo no pecó de ignorancia y puso al descubierto que la historia de las armas biológicas y nucleares eran una telenovela. Posteriormente, estallan los escándalos de: las arbitrariedades y torturas en la cárcel de Abu Grahib; las sedes encubiertas de detención de la CIA en países del Medio Oriente y Europa; y la testarudez enfermiza de mantener, en la prisión de Guantánamo, en Cuba, encarcelados ilegalmente a los capturados bajo sospecha de ser parte de Al Qaeda, desestimando su sistema judicial y las denuncias de la comunidad internacional.
Dice el refrán que “el que mucho abarca, poco acaba”, y Bush empezó y no termina, porque sigue “enmarañado” en las guerras de Afganistán e Iraq, donde han muerto más de 4.730 soldados estadounidense. Una cifra superior a las personas que murieron el 11-S. Los resultados no son halagüeños, porque el terrorismo no ha desaparecido y Bin Laden no se ha capturado. Para Sergio Gómez Maseri, “muchos creen que la guerra de Iraq exacerbó el extremismo islámico y hay pruebas de ello, con el ascenso de Hamas en Palestina”. Las evidencias son contundentes, Busch y sus halcones, más que aciertos... errores.
El demócrata Barack Obama y las elecciones
Durante semanas, el demócrata Barack Obama, ganó la mayoría de las encuestas y se perfilaba como favorito para ganar las elecciones presidenciales. Y los resultados del 4 de noviembre... así lo demuestran.
El próximo inquilino de la Casa Blanca, hasta hace 8 años, era un político poco conocido en el ámbito nacional. Nació en 1961, en Hawai, es hijo de Satanley Ann Dunham (una antropóloga nacida en Kansas) y de Barack Obama (un economista keniano educado en Harvard), ambos ya fallecidos.
En Hawai, su mocedad estuvo marcada por una excelsa trayectoria escolar, también, “por años de rebeldía”. Por fortuna, a ese período le siguió una selecta formación en las universidades de Columbia y Harvard, luego un período como profesor y defensor de los derechos civiles en Chicago. Su elección como senador estatal por Illinois, y su llegada al senado de Estados Unidos, en el año 2004. Todos estos avales, lo catapultan al escenario político nacional.
Con todo, su carrera política, la principió con discursos que no atraían al público y en los que predominaba las particularidades relacionadas con programas. Pero..., indudablemente, gana notabilidad durante la Convención Nacional del Partido Demócrata, en Boston, cuando lo invitan a ser el primer orador.
Decía Truman Capote que: “La disciplina es la parte más importante del éxito”. Barack Obama es un ejemplo, que da vida a este punto de vista del autor de “A sangre fría”.
¿Los estadounidenses están realmente preparados para tener al primer presidente negro? ¿Los resultados y alborozo de los votantes, que apoyaron a Obama, serán sólo una respuesta emocional?
Ciertamente que, estas y otras son las interrogantes relacionadas con el futuro huésped de la Casa Blanca. Por ahora, vale la pena reflexionar sobre lo dicho por Voltaire: “El tiempo hace justicia y pone todo en su sitio”.
¿Las elecciones fueron un éxito...?
Según reportes de AP y AFP, en estas elecciones se superaron las expectativas, porque: “Fue tal el entusiasmo, que en muchos precintos las colas comenzaron a formarse hasta tres horas antes de la apertura de los puestos de votación. Pese a la lluvia, el frío, y las largas colas que en algunos casos se extendían por cuadras, millones de estadounidenses, en cifras récord, se volcaron a las urnas para depositar sus votos por Barack Obama y John Mccain, los candidatos a la presidencia de Estados Unidos”. “De acuerdo con las autoridades electorales, se esperaba una participación cercana al 80 por ciento, lo cual implica una nueva marca, al igual que millones de nuevos votantes que nunca antes se habían registrado. En total, para este ciclo 2008, el parte electoral aumentó un 7,3 por ciento, con respecto al 2004 ¾el salto mayor en décadas¾ y se esperaba un consolidado de más de 130 millones de votos. De ellos, casi 30 millones, o más del 25 por ciento, llegaron por la vía del voto anticipado”.
Empero, como la perfección no existe, no faltaron aislados problemas que usualmente se presentan, y opacaron el normal desarrollo de los comicios en ciertos lugares de la unión. Algún que otro retraso en la apertura de oficinas de votación, el mal funcionamiento de algunas máquinas en la lectura óptica de las boletas, algunas acusaciones de votantes que denunciaban su retiro arbitrario de los registros, fallas en las pantallas electrónicas para las firmas...
Oportunamente, la AFP y AP, reportaron que: “Los votantes tuvieron que usar fragmentos de papel debido a los problemas con las máquinas de votación electrónica en recintos de Nueva Jersey”. “Los votantes de la Florida experimentaron largas filas pero pocos inconvenientes, mientras el estado trataba de reparar su deteriorada reputación después del fiasco electoral en el 2000”. “Quejas de supuestos intentos de cortar el derecho a voto aparecieron en Virginia, uno de los estados más disputados. Un juez se negó el lunes a extender el horario de votación o agregar máquinas para votar en las zonas de mayor presencia de lectores negros”. En Ohio, un estado que ya ha tenido complicaciones, el vocero de la Junta Electoral del Condado de Franklin, Ben Piscitelli, dijo “que las autoridades afrontaron de nuevo fallas técnicas típicas, como cintas de papel bloqueadas en las máquinas de votación”. De todas maneras, no se puede negar que las elecciones fueron un éxito...
Retos del presidente Barack Obama
En los últimos tres meses, el mundo a experimentado una profunda crisis económica. Primero fue el sopitipando hipotecario estadounidense, inmediatamente la epilepsia financiera que posteriormente perturba y explaya al conjunto de la economía mundial. En suma, la crisis afectó los bolsillos del elector estadounidense y la opinión pública internacional.
Luego, la agenda del candidato demócrata, Barack Obama, que contenía varias prioridades en la política exterior de EE.UU., la tuvo que cambiar. Es decir, la agudización de la crisis es el asunto urgente que debe encarar el bisoño presidente: acrecentamiento en el desempleo, restricción del crédito, más inflación, caída en el consumo y los ingresos, compañías en problemas, menor valor de las empresas en las Bolsas de valores, así como menor producción. Aspectos gravísimos que están descalabrando a la sociedad estadounidense y que a pesar de que se “incubaron hace varios años”, reventaron en plena campaña electoral. Guste o no, los resultados son bien conocidos...
Por todas estas razones, el asunto de las guerras en Afganistán e Iraq, cardinal frente equívoco en la política internacional del presidente George W. Bush, no será el tema prioritario para el nuevo presidente de “la nación más poderosa del planeta”. Que decir de América Latina y Cuba ¿no serán prioridad en la política exterior de Estados Unidos?
Mi punto de vista sobre lo dicho en estas cuartillas es que, el nuevo presidente y su equipo económico deben ponerse a trabajar con celeridad a fin de aportar soluciones a la barahúnda económica y poner orden... Esa es la prioridad y los votantes estadounidense confían que así sea.
Soy escéptico en las expectativas de algunos gobiernos de la región, tengo la percepción que el tratamiento que recibirán del gobierno estadounidense será modesto. Tal es el caso de Colombia, que a gastado miles de dólares haciendo “lobby” en los pasillos del Congreso de EE.UU. y en gestiones para convencer que se debe aprobar el TLC entre las dos naciones, algo que esta por ver y no creo que se apruebe por ahora.
Estoy de acuerdo con lo que expresa el analista político chileno y experto en relaciones América Latina-EE.UU., Patricio Navia: Colombia “no dejará de ser aliado privilegiado de Washington si el demócrata se corona como primer presidente negro de Estados Unidos, pero el presidente Álvaro Uribe ‘pagará el precio’ de su apoyo ‘implícito’ a la candidatura de Jonh McCain, que incluyó en su campaña viaje al país suramericano”. Barack Obama y la bancada demócrata en el congreso, no apoyan el Tratado de Libre Comercio (TLC) que negocian EE.UU. y Colombia, se oponen a aprobarlo mientras que en el país no disminuya el asesinato de sindicalistas y se mejore el respeto a los derechos humanos. A propósito, los sectores demócratas proponen modificar o suspender el tratado que existe desde 1994 con México.
Sobre el peliagudo tema migratorio, tengo mis reservas, aunque si la esperanza de que será una prioridad domestica. Obama no debe olvidar que los hispanos y emigrantes en general aportaron votos importantes para su victoria.
¿Y Cuba?... Los cubanos somos optimistas, pero, la prudencia debe prevalecer para se pueda lograr un acercamiento entre los dos países. Obama a expresado su intención de dialogar con La Habana, sin condiciones. El gobierno cubano en este sentido ha dicho lo mismo; en tres oportunidades Raúl Castro ha comentado que está dispuesto a dialogar con el gobierno estadounidense “sin condiciones”.
Ojalá, no sea más de lo mismo...
Recientemente, el primer vicepresidente cubano, José Ramón Machado, dijo a la agencia de noticias EFE que “la elección de Barack Obama como presidente de Estados Unidos es ‘interesante’ y recordó que el mandatario cubano, Raúl Castro, dijo en tres ocasiones que Cuba está dispuesta a dialogar sin condiciones y en un plano de igualdad”. “Interesante es, y realmente se demuestra ahí que hubo un cambio, hubo algo que no es habitual”, dijo Machado, a periodistas, durante un recorrido por Santa Cruz del Sur para conocer los estragos del huracán “Paloma”. Machado aseguró “que a pesar de que Obama, durante la campaña electoral, manifestó su disposición a hablar con todos los países, gobernar es otra cosa, y que no es uno solo, porque hay otros intereses, otras cosas”. “A ver si logramos que se levante el bloqueo, que se quite el bloqueo, que eso es lo que hace falta, esa es la mejor ayuda que hay”, dijo sobre una eventual oferta de ayuda de Estados Unidos a Cuba tras el paso del huracán “Paloma”, como ya sucedió después de los ciclones “Gustav” e “Ike”. Una ayuda que muchos cubanos esperan la acepte el gobierno cubano... A todas luces la mesa, de diálogos bilaterales, parece estar servida esperando a los “comensales” de los gobiernos de EE.UU. y Cuba.
La nueva administración estadounidense tendrá que dar respuesta a múltiples interrogantes: ¿Cómo negociará Obama con el Congreso el plan de ayuda financiera? ¿Cómo el nuevo gobierno dará solución a la Guerra de Afganistán e Iraq? ¿Cuál será la nueva estrategia para luchar contra el grupo terrorista Al Qaeda? ¿Se aprobará el TLC con Colombia? ¿Se clausurará la cárcel de Guantánamo y puestos en libertad los prisioneros? ¿Cuál será el final de la recesión y los problemas hipotecarios? ¿Por cuánto tiempo decrecerá la industria automovilística? ¿Será capaz el nuevo gobierno de rescatar la confianza económico-financiera? ¿Con el fin del mandato de Bush, ‘el mundo dará un suspiro de alivio’? ¿Se levantara el bloqueo económico contra Cuba? ¿Pondrá en libertad a los presos políticos el régimen castro-comunista? ¿Habrá aproximaciones y diálogos entre Barack Obama y Raúl Castro? ¿El cambio llegó a Estados Unidos? Preguntas que por ahora no tienen respuestas. En consecuencia ver para creer.
Finalmente, mi opinión es que la codicia soez es la génesis de incontables infortunios. De ahí que, es apodíctico afirmar que el frenesí bárbaro y los yerros del gobierno de George W. Bush, son la causa y no-casualidad de que se considere como “el peor gobierno de la historia de Estados Unidos de América”. Afortunadamente, para los estadounidenses y el planeta, el 21 de enero de 2009 se marcha Bush, y una esperanza de nombre Barack Obama será el nuevo inquilino de la Casa Blanca. Confío en que Obama representa el sueño de Martín Luter King y la de todos los que han sufrido discriminación. Ojalá, no sea más de lo mismo... ¡Dios salvaguarde a Barack Obama y a Estados Unidos! ¡Dios salvaguarde a la Nación cubana!Ω
*Pablo Felipe Pérez Goyry.
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Noviembre de 2008.
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