.


¡ADQUIÉRALOS! LIBROS DISPONIBLES EN AMAZON.COM

Autor: PABLO FELIPE PÉREZ GOYRY   Venta aquí: https://t.co/ByjkJ88vJB


©Pablo Felipe Pérez Goyry

1 de junio de 2002

Cuba: Sinuosos que reptan sobre el vientre para caminar...

Por Pablo Felipe Pérez Goyry.
01 de junio del 2002.

NO son pocos los intentos que realizan los cubanos, sin excepción, por encontrar la verdad y el camino para una auténtica reconciliación nacional. Pero en la marcha se impone la imperfección humana y el libre pensamiento, que aportará la mentira para favorecer las personales necesidades utilitarias, poniéndolas por encima del decoro. ¿Acaso esto no es corrupción?

Es como sí la mentira se apropiara del entendimiento, asentándose en su hondura; donde se fortalece el juicio de la deslealtad - en ocasiones irreparables – para con nuestros compatriotas. Los efectos durante cuarenta años todos lo conocemos.

A decir verdad, estoy convencido de que muchos cubanos - dentro y fuera de la isla - actúan como servidumbre del mal y con su egoísmo defienden y alimentan una creencia política, la cual consideran como indiscutible y absoluta. Empero olvidan que están asumiendo una actitud deleitosa y frívola. Verdades y creencias prostituidas, que afecta el libre albedrío del intelecto.

Es evidente que muchos cubanos "desconocen" que la verdad no se impone; si no que son sus aportes a la existencia los que ilustran su esencia. Solo es posible esto cuando ella, la verdad, es capaz de juzgarse por sí misma; ya que está a la vista de aquellas personas inteligentes y con ética, que pueden desde el alma disfrutarla.

Aunque ciertos coterráneos en la isla y el exilio no aceptan esta verdad, siempre invito a que reflexionen sobre la manera de hacer política honesta – que es lo contrario de la politiquería -. Como única alternativa de hacerla con decencia. Tratando de evitar la mezcla de "verdad" y mentira, aunque esta última sea piadosa; de este modo es como hacer la aleación de plata y oro; solo será más brillante y resistente el metal resultante, pero rebajado en mucho su valor.

Hay que aprender a no creer todo lo que se oye decir, sino que, cuando se crea lo dicho se haga conscientemente, para entonces reaccionar plenamente. Los que en el exilio apoyan la violencia contra Cuba, y en la isla dicen "apoyar" a Castro; ojo compatriotas... no serán acaso "individuos" sinuosos que reptan sobre el vientre para caminar y no precisan hacerlo sobre sus pies. Cubanos "honorables" a uno y otro lado, del Estrecho de la Florida, que con sus vicios cubren de ignominia a la patria. Porque son insidiosos y embrollan la verdad, sin que les dé vergüenza.

Existirá la verdad en la mente de muchos cubanos, el día que sus pensamientos sean positivos y motivados desde el alma, con sinceridad y benevolencia. Esta es la verdadera concepción que debe prevalecer entre los cubanos; la verdad verdadera, independientemente de los puntos de vista. Se debe pensar como pueblo y nación.

Montaigne dijo que: "Sopesando bien, decir que un hombre miente es tanto como decir que es valiente con Dios y cobarde con los hombres. Porque la mentira se encara a Dios y huye ante el hombre".

Muchos cubanos cuando debieran decir la verdad, son cómplices del silencio. ¿No es acaso esto engañar? Quizá pudiera considerarse que este mutismo es discreción, pero este acto "inofensivo" tiene un límite, pasado el cual es dañino al prójimo y no benéfico. Otros más "inteligentes" disimulan comportándose como si nada ocurriera en su entorno. ¿Acaso esto no es evadir la evidencia? Que decir de esos rostros que como mascaras falsamente sorprendidos abrazan efusivos, acompañados de ambiguas palabras cargadas de cinismo.

En el exilio y en Cuba, por más de cuarenta años, la Ley ha sido él aprender a decir la mayor cantidad de palabras. Palabras sin decir nada o diciendo en lo contrario de lo que quisiera o debiera decir. Estos personajes todos los conocemos dentro y fuera de Cuba.

La mentira disfrazada de verdad no existiría en nuestras vidas si aceptamos la verdad como principio divino. Entonces triunfaremos sobre los temores, las circunstancias y la vida.

Asumir con soberanía y honor la verdad sobre las causas y efectos que llevaron al triunfo revolucionario el primero de enero del cincuenta y nueva. Las diversas modalidades de agresión contra Cuba y los cubanos, en la isla. Las motivaciones que impulsan ha la salida ilegal del país de cubanos, con las consecuencias que ocasionan; los intereses mezquinos por retornar a la isla, de algunos cubanos poderosos. A todo lo anterior hay que añadir muchas otras cosas más que harían interminable este ya extenso trabajo. Ante estas causas y efectos, se impone el análisis y la búsqueda de la verdad para hallar soluciones saludables para el problema de los cubanos y Cuba.

Creo es indispensable el asumir y aceptar la verdad, mi verdad, vuestra verdad; para poder estar todos alineados de manera equilibrada con las ideas y los pensamientos - exteriorizadas desde el alma -, pero debe ser con armonía y ajustados a la realidad aplastante del hoy, el aquí; el presente proyectado al futuro, sin fantasía; es decir, con los pies en la tierra y no en las nubes.

No existen muchas alternativas, hay que erradicar de nuestra vida la mentira, para de esta manera poder construir una Nueva Cuba; esa que soñamos. No podemos continuar aceptando que esta, la mentira, sea un mal incurable y necesario para vivir. Se hace necesario preguntarnos: ¿Por qué engañar? ¿Por qué aceptar ser engañado? Es qué no existe algo más fuerte que pueda eliminar la mentira y evitar que esta obstruya el análisis racional de la realidad y evitar se oculte la verdad por más tiempo.

Bien es verdad que en Cuba y el exilio se libra actualmente una lucha intestina por encontrar la verdad que permita la reconciliación nacional. Sin embargo, en realidad los cubanos sustentan su existir - por una u otra conveniencia - en los embrollos de las mentiras. Estoy convencido que la mayoría no lo hace por placer morboso, si por el beneficio humanamente aceptable para poder sobrevivir.

Pero con esta conducta no se está asegurando con certeza la verdad y tampoco el destino de Cuba; mucho menos para dejar de ser república tabaquera o azucarera, en manos de unos pocos.

Mientras algunos crean que el mero sacrificio, la inmolación, correr peligros graves, etc., es la solución al problema cubano y al cambio necesario en el país, no se podrá construir una verdadera convivencia entre todos los nacionales. Porque solo se está alimentando la ignorancia y el orgullo de aquellos que ven como ejemplo a los que viven del dolor de la nación cubana, dentro y fuera de Cuba. Un pueblo que clama paz, amor y fraternidad universal.

Pero los cubanos de bien no podemos rendirnos, y saludable sería que todos eleváramos la voz a Dios y repitiéramos desde el alma, cada día, con palabras y hechos las enseñanzas del excelso Gandhi:

"Señor:

Ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes y a no decir mentiras para
ganar el aplauso de los débiles.
Si me das fortuna, no me quites la razón.
Si me das éxito, no me quites la humildad.
Si me das humildad no me quites la dignidad.
Ayúdame a ver siempre la otra cara de la medalla, no me dejes inculpar de
traición a los demás, por no pensar igual que yo.
Enséñame a querer a la gente como a mí mismo y a no juzgarme como a los demás.
No me dejes caer en el orgullo si triunfo, ni en la desesperación si fracaso.
Más bien recuérdame que el fracaso es la experiencia y que precede al triunfo.
Enséñame que perdonar es un signo de grandeza y que la venganza es una señal de bajeza.
Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso.
Si yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme, y si la gente me
ofende, dame valor para perdonar.
¡Señor, si me olvido de ti, nunca te olvides de mí!".


(Este documento puede ser reeditado - total o parcial - citando autor y fuente).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Normas para comentar:

* Serán borrados los comentarios que contengan injurias a cualquier persona, incitación o apología a la violencia.
* Los comentarios que contengan más de dos enlaces pasarán a moderación hasta tanto se verifiquen las páginas web recomendadas en él.
* Los filtros de Blogger borrarán automáticamente todos aquellos comentarios que contengan palabras obscenas o textos que estén repetidos.
* Si se quieren agregar largos documentos para apoyar un comentario, lo mejor será escribir solamente el enlace a la página web donde se puede leer el texto del mismo.
* Se excluirá de los comentaristas a aquellos que usurpen la personalidad de otros.
* No se podrán publicar comentarios que no usen el alfabeto latino.
* Se recomienda enfáticamente no incluir comentarios escritos todos en mayúsculas, pues se considerará como un grito o un alarido.

©Pablo Felipe Pérez Goyry. Todos los derechos.


Pablo Felipe  Pérez Goyry

Freelance: Writer - Journalistic Analyst - Photographer Design Editor - CEO - Chemical Industrial & Analyst

contextus.pablofeliperezg@gmail.com
https://bit.ly/3I7Jf0o
facebook
twitter
instagram