Por Pablo Felipe Pérez Goyry.
11 de junio de 2002.
Como cubano de pura cepa, creo sin temor a equivocarme que es necesario el cambio político en Cuba. Pero... también estoy convencido que lo más sensato es alcanzarlo por la vía del diálogo. Si, una imprescindible reconciliación para una verdadera transición, siempre pensando en Cuba, como patria soberana. Como Estado libre; libre de los Estados Unidos de América y sus garfas. A la altura
que nos demanda el ideario Martiano.
Valientes son los compatriotas que han respetado el pensamiento del apóstol. Corajudos hombres y mujeres que han preferido vivir con pundonor en el ostracismo; antes que aceptar las conchabanzas y contubernios contra Cuba, apadrinados por los gobiernos estadounidense, los círculos de poder Anti-Castristas de Miami, la extrema derecha y los politiqueros inmundos. Estos – los guarro, y no me refiero a las pequeñas águilas - son "Cubanos" que se consideran defensores de los nacionales, dentro y fuera de la isla; y no hay ninguna duda de sus aspiraciones - manifiestas - de dirigir los destinos del país. Esta gavilla nunca ha pensado en el bienestar de la patria toda, pues, no tienen principios patrióticos; porque son anexionistas y llenan sus bolsillos de mal habidas migajas. ¡Que desfachatez!
El maestro nos enseño: "Viví en el monstruo y le conozco las entrañas..." y nos alertaba: "...ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mí país y por mí deber de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América". Para el "olvidadizo" – en el exilio y adentro de Cuba-; les recuerdo, a todos, que la historia le dio la razón a José Martí.
Defiendo los inevitable cambios políticos en nuestro terruño, pero sin traumatismo y pensando en los millones de niños que son la esperanza de Cuba. Los tiempos que se aproximan para los cubanos en la isla son difíciles e imprevisibles sus consecuencias en todos los ordenes. Razón que justifica, con mesura, encaminar los pasos a la reconciliación y dialogo, como hermanos; en las buenas y las malas.
Son Cubanos dignos – con letra capital – los que marchan por el mundo con honradez y de cara al sol; sin temor o miedos. ¡Estos son los cubanos genuinos que necesita la patria, porque piensan en el bien de todos! Ejemplos de compatriotas de esta estirpe han existido, existen y existirán siempre. Son ellos los llamados a reconciliar a todos los cubanos y salvar la nación. ¡Sí señor!
Los "líderes" y "voceros" del exilio se oponen al dialogo - son los mismos que ahora respaldan la violencia de los opositores de Chávez – y hablan de la necesidad de Castro deje el poder sin condiciones, se hagan elecciones pluripartidistas y se realicen cambios en lo social, político y económico en Cuba; para de esta manera pueda existir legítima democracia. ¿Será acaso la trascripción fiel de la que ellos están disfrutando en Miami?
Por decoro tengo que liberar desde el alma dos pregunta - por el momento dos -al ágora cubana, al estéril de materia gris, a los fanáticos de la excesiva verbosidad politiquera; y que las hago también a los coterráneo decentes e ilustrados, para reflexionen:
¿Pueden estos "respetables caballeros" – "líderes y voceros" del exilio – tener la ética e ideales benéficos que necesita el pueblo cubano? ¿Sufren de la veneración auténtica por el territorio patrio? Las respuestas, ¡hay que buscarlas en el corazón!
(Este documento puede ser reeditado - total o parcial -citando Autor y Fuente).
11 de junio de 2002.
Como cubano de pura cepa, creo sin temor a equivocarme que es necesario el cambio político en Cuba. Pero... también estoy convencido que lo más sensato es alcanzarlo por la vía del diálogo. Si, una imprescindible reconciliación para una verdadera transición, siempre pensando en Cuba, como patria soberana. Como Estado libre; libre de los Estados Unidos de América y sus garfas. A la altura
que nos demanda el ideario Martiano.
Valientes son los compatriotas que han respetado el pensamiento del apóstol. Corajudos hombres y mujeres que han preferido vivir con pundonor en el ostracismo; antes que aceptar las conchabanzas y contubernios contra Cuba, apadrinados por los gobiernos estadounidense, los círculos de poder Anti-Castristas de Miami, la extrema derecha y los politiqueros inmundos. Estos – los guarro, y no me refiero a las pequeñas águilas - son "Cubanos" que se consideran defensores de los nacionales, dentro y fuera de la isla; y no hay ninguna duda de sus aspiraciones - manifiestas - de dirigir los destinos del país. Esta gavilla nunca ha pensado en el bienestar de la patria toda, pues, no tienen principios patrióticos; porque son anexionistas y llenan sus bolsillos de mal habidas migajas. ¡Que desfachatez!
El maestro nos enseño: "Viví en el monstruo y le conozco las entrañas..." y nos alertaba: "...ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mí país y por mí deber de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América". Para el "olvidadizo" – en el exilio y adentro de Cuba-; les recuerdo, a todos, que la historia le dio la razón a José Martí.
Defiendo los inevitable cambios políticos en nuestro terruño, pero sin traumatismo y pensando en los millones de niños que son la esperanza de Cuba. Los tiempos que se aproximan para los cubanos en la isla son difíciles e imprevisibles sus consecuencias en todos los ordenes. Razón que justifica, con mesura, encaminar los pasos a la reconciliación y dialogo, como hermanos; en las buenas y las malas.
Son Cubanos dignos – con letra capital – los que marchan por el mundo con honradez y de cara al sol; sin temor o miedos. ¡Estos son los cubanos genuinos que necesita la patria, porque piensan en el bien de todos! Ejemplos de compatriotas de esta estirpe han existido, existen y existirán siempre. Son ellos los llamados a reconciliar a todos los cubanos y salvar la nación. ¡Sí señor!
Los "líderes" y "voceros" del exilio se oponen al dialogo - son los mismos que ahora respaldan la violencia de los opositores de Chávez – y hablan de la necesidad de Castro deje el poder sin condiciones, se hagan elecciones pluripartidistas y se realicen cambios en lo social, político y económico en Cuba; para de esta manera pueda existir legítima democracia. ¿Será acaso la trascripción fiel de la que ellos están disfrutando en Miami?
Por decoro tengo que liberar desde el alma dos pregunta - por el momento dos -al ágora cubana, al estéril de materia gris, a los fanáticos de la excesiva verbosidad politiquera; y que las hago también a los coterráneo decentes e ilustrados, para reflexionen:
¿Pueden estos "respetables caballeros" – "líderes y voceros" del exilio – tener la ética e ideales benéficos que necesita el pueblo cubano? ¿Sufren de la veneración auténtica por el territorio patrio? Las respuestas, ¡hay que buscarlas en el corazón!
(Este documento puede ser reeditado - total o parcial -citando Autor y Fuente).
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