8 de marzo de 2010
En años anteriores, además del “embargo-bloqueo” los responsables de estas escaseces eran los ciclones, pero si en el 2009 ninguno de ellos pasó por el país ¿dónde están las viandas, las hortalizas, los vegetales y las frutas?
Justificaciones siempre hay. Entre ellas la más usada es el problema financiero por la crisis económica internacional, que se ha convertido en bajos rendimientos, debido a las millonarias cifras que hay que erogar para importar entre otros: fertilizantes e insecticidas.
Pero es que acostumbrados a que el Estado no sea capaz de producir los alimentos necesarios para la mayoría del pueblo, una parte mas agraciada económicamente acudía a los mercados de “oferta y demanda” conocidos como “caros”, los que –excepcionalmente- en estos momentos también están vacíos. Y es que el gobierno no tiene capacidad para producir, pero sí para evitar que los que produzcan puedan concurrir al mercado en forma competitiva.
Una información oficial sobre el mes de enero, mostró que la entrada de productos del agro de otras provincias estuvo “muy por debajo” de años anteriores, esto tiene que ser calculado mentalmente, porque en su lenguaje virtual, el gobierno es incapaz de ofrecer cifras, es una forma nueva de interpretar los indicadores económicos. Un ejemplo de ello es el tomate, que sirve a muchos para garantizar una gran parte del año, cuando las amas de casa lo convierten en puré y lo envasas rústicamente; no llegó a alcanzar ni el 30% de lo planificado.
Es un reto poder llenar el estómago de más de dos millones de cubanos que viven en la Ciudad de La Habana, donde se hace más visible todo lo que sucede en el país, porque aquí está ubicada la prensa extranjera (que en estos momentos está muy por debajo de sus expectativas con el gobierno cubano, a pesar de usar niveles apocados en sus informaciones, para no herir los sentimientos totalitarios), también se ubica el Cuerpo Diplomático, la mayoría de las firmas extranjeras y en algunos casos el turismo internacional.
Los medios nacionales repiten una y otra vez los esfuerzos que realiza la “Revolución”, por incrementar las producciones agrícolas, pero “el esfuerzo” no se puede poner en un plato a la hora de la comida; porque el desayuno y el almuerzo son algo que el cubano promedio ya ha obviado. No importa que se hayan subido algunos precios cuando se les compran productos a los cooperativistas, el mal está en el sistema y precisamente en el que no haya alguno. En muchas ocasiones se pierden los productos ya cosechados, y se quedan en el surco por problemas organizativos, de transporte, envases o simplemente combustible.
Un periódico oficialista ha anunciado que “nadie debe durar que esta situación de la alimentación en la capital, y también en el resto del país, es un problema de “seguridad nacional”.
Vistas las dificultades en su conjunto, tanto el escenario político, como el económico y social; no es arriesgado aseverar que el gobierno cubano ha perdido el control de parte de las situaciones operativas del país, y que su recuperación ya se hace muy difícil, en cualquier momento se podrán producir realidades que nadie nunca imaginó, incluyendo los estudiosos de los problemas cubanos.
Fotografía: Internet
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