Por Pablo Felipe Pérez Goyry*
Analista y Periodista Independiente
No hay dudas..., los éxodos de cubanos, rumbo al exilio, en los últimos cincuenta años es un tema recurrente. Es decir, existe un sistemático éxodo de isleños, que en ocasiones es masiva, porque huyen de los excesos de la dictadura Castro-comunista.
Se calcula que el número de cubanos y sus descendientes, que están asentados en el extranjero, desborda los 2 millones. Una mayoría reside en Estados Unidos, especialmente en la Florida, Nueva York, Nueva Jersey y California, aunque no faltan compatriotas en Alaska, Dakota del Norte y Wyoming. Se dice, que hay unos 2,000 cubanos en las islas de Hawai. Asimismo, hay cubanos desparramados en otros países, como: España, Francia, Suecia, México, Colombia, Australia, etcétera.
Teniendo como preámbulo la toma de la embajada del Perú, en La Habana, en abril de 1980, centenares de cubanos inician el “Éxodo del Mariel”. Más de 125 mil cubanos, abandonan el archipiélago en embarcaciones llegadas desde la Florida.
En el enmarañado éxodo de embarcaciones, muchas familias cubanas lograron huir de la isla cárcel, “aunque también tuvieron que trasladar a otras personas que los funcionarios cubanos imponen en sus embarcaciones”; como estrategia ‘maquiavélica’, la dictadura incluyó a presos políticos o verdaderos criminales; homosexuales y enfermos mentales. Para Fidel Castro, todos los que salieron son “escorias”.
Es saludable anotar, que muchos tenían familiares en EE.UU., y habían participado en instituciones políticas como el Partido y la Unión de Jóvenes Comunistas o los Comités de Defensa de la Revolución, con lo que la dictadura presumía era una ‘fuerte integración política’. En pocas palabras, eran los hijos de la doble moral.
La dictadura no escatima esfuerzos y propició los llamados “actos de repudio contra los que se marchaban”; para desacreditar el éxodo. Actos para los que pretendían abandonar Cuba, para afrentarlos, vapulearlos y abochornarlos..., por traidores.
Estudios posteriores, señalan que la esencia y particularidad de los "marielitos'', en su composición social, la mayoría eran jóvenes solteros, con o sin familia; la generalidad era de raza negra; y una mezcolanza compleja de intelectuales, artistas y trabajadores. Hoy día, se considera a los “marielitos” como la “Generación del Mariel”, porque marco una época y circunstancia especial en la diáspora cubana.
Los acontecimientos de 1980, es una herida a la patria amada y a sus hijos. Valgan estas notas y el video que les presento, como sincero homenaje, en su vigésimo noveno aniversario, a los coterráneos que en carne propia vivió el “Éxodo del Mariel”, y, a Don Pablo Pérez Torres, mi padre, que también fue un “marielito”.
¡Dios salvaguarde a la Nación Cubana, y a mi no me olvide!
*Pablo Felipe Pérez Goyry. Premio José María Heredia de Periodismo 2008. Miembro del Instituto Nacional de Periodismo Latinoamericano (INPL). Miembro de la Federación Internacional de Periodistas Digitales (FIPED).
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No me habia percadtado que tenia su propio blog, enmiendo la plana y con mucho placer lo incluyo en mi blogroll.
ResponderEliminarMi padre fue uno de los 140 mil que hace 29 anos salio por el Mariel y nunca mas lo he visto.