Cuento pequeño para salvar a un pueblo grande
Por Lic. Amelia M. DovalMiami, Fl 
Imaginar es el arte de pensar y proyectar   los hechos como ocurrirían en la realidad. El bravío mar que separa  las dos Cubas, sirve de colofón para establecer, en calma y  sosegadamente,  un encuentro entre al menos cuatro cubanos representantes de varias  ideas. Tratando de responder y preguntar sobre el futuro de la isla,  decidieron establecer un camino para alcanzar un mundo mejor. 
Los cuatro elegidos son un nacido en  Cuba después del 59, en contraposición con un nacido antes de esa  fecha con tiempo suficiente para haber vivido las dos etapas aunque  apoya la dictadura. Sin sus cuestionamientos no podremos entender lo  nefasto de un gobierno que se sostiene por el apoyo de su crueldad. 
El exilio tiene sus representantes  definidos  entre los que salieron hace años cuando la historia no había abiertos  los caminos que ahora se vislumbran y otro que hablará por los más  recientes, llegados después de haber pasado una parte de su vida  tratando  de sobrevivir. 
Fantaseando respecto a la cordialidad   los cuatro se saludaron entendiendo que en este encuentro puede quedar  definido un concepto sobre el porvenir del país. Como nunca podría  faltar un moderador el quinto visitante, imparcial y preocupado por  abrir la nombrada puerta de la felicidad, un niño. Un ser indefenso,  preparado para asumir la vida,  marcado entre dos variantes; quedarse  en la isla sin más expectativas que el sueño de irse o lograr escapar  y vivir soñando con volver a su patria. 
La primera pregunta, provoca una  reflexión  que para algunos es habitual, para otros un dilema. El futuro de Cuba  aún a 51 años de gobierno es totalmente incierto, se han presentado  planes anuales, quinquenales, proyectos, prespectivas, deseos, se habla  de cambios en las estructuras de gobierno, se expulsan ministros, entran   otros. Militarizan al país, se firman convenios, se cierran y se abren  mercados, se condena al campesino, al intermediario, al productor, al  consumidor en fin se habla mucho pero, concretamente no hay solución.  La pregunta es, si los campos de Cuba son fértiles, si es una isla  que por lógica el mar le puede servir de fuente de alimento, si el  clima es favorable. ¿por qué se pasa hambre, por qué el pueblo no  tiene sal, azúcar, alimentos básicos, por qué el campesino abandona  la tierra?¿por qué, es lo primero, no hay respuestas para tantas  preguntas? 
Todos, como cubanos, tienen una  valoración  diferente desacertada o no pero, el niño sagaz, desprejuiciado y con  visión de futuro concluye.
- Con un sistema totalitario, sin  propiedad  privada, sin interés de producir. Un pueblo explotado, con miopia  política,  cansado del dia a día, descontento, agotado de un gobierno de mentiras  decide sentarse a esperar. Lo más denigrante es reconocer que el  gobierno  para demostrar su onnipotencia le ha inculcado al pueblo la idea de  dependencia total. Le roba la iniciativa, utilizando el miedo, la  coacción  mental  corporal y como conclusión culpa, vendiendo la imagen  de vagancia, a un pueblo que su único delito es estar débil por cargar  una culpa ajena-todos se miran con certeza este pequeño sabe pensar. 
El viejo, comunista o partidiario siempre   declara  a favor de sus ideas que antes de la revolución había  pobres, desalojo, analfabetos y la revolución terminó con ellos.
El joven que aún vive en Cuba responde  casi en un grito, -si, supongamos que dices la verdad pero, ¿a qué  precio?¿qué nos cuesta esa política?.-interrumpido por quien nació  allí pero ahora vive fuera, puede documentarse y comparar las dos  realidades.
Disculpen, analicen algo, primero hubo  desalojos es cierto ahora también los hay en el campo , en la ciudad  solo basta con que el gobierno determine que quiera algo para que se  tome el derecho de expropiar bajo sus leyes. Analfabetos hubo, las  condiciones  socio-económicas y culturales de aquella época lo propiciaban, ahora  es una escolarización sin educación sino comprueben en aulas,  entrevisten  maestros. Antes había clases sociales ahora hay gobernantes dueños  del país, el pueblo, sus riquezas, su ganancias y un puñado de cubanos  que viven en la ilegalidad para sobrevivir, el resto casi el 95% en  la total pobreza. Antes había clínicas, policlínicas, hospitales,  médicos. Ahora hay trabajadores de la salud mal pagados, vendidos como  mercancia, y vetustas construcciones que sirven de puesto médico. 
Un Señor mayor cuyas  canas guardan  la sabiduría y su voz la decisión de encontrar respuestas rápidas  para poder disfrutar del triunfo, pide la palabra y sin mirar a nadie  pregunta.
-Si usted que se fue, y aquel que aún  vive están inconformes ¿por qué no se quedó y luchó?¿por qué  no derrocar el gobierno?esa es la única manera.
Es cierto-dicen los dos jóvenes a la  vez- sería lo ideal!! ¿Dónde está la lista de voluntarios, dónde  están las armas, dónde el dinero necesario para comprar la traición  de los más cercanos al gobierno, dónde la voluntad de apoyarnos, dónde  está todo lo que se necesita?.
El niño sabiendo que la discusión se  puede acalorar y este no es el fin declaró que la reunión era para  encontrar un punto en común. - todos tienen la razón desde su visión.  A usted que apoya el gobierno le concedo el derecho de dudar porque  sería excelente si pensara un poco en lo siguiente. Un gobierno tiene  la responsabilidad y el deber de dirigir a su pueblo sobre las bases  justas. Un gobierno que se prostituye, abusa de sus ciudadanos, no le  confiere identidad, ni futuro. Mostrar la mentira como argumento final.  Es ante todo un mal padre de familia pues no sabe dirigir con buenos  métodos.  Su sistema es obsoleto, gastado y mal oliente. El pueblo  tiene derecho y el deber de expulsarlo aunque para ello necesita la  ayuda y el apoyo de quienes pueden o deben unirse, no importa si piensan   o no bajo la misma ley- 
Todos están encantados cómo un ser  tan pequeño puede razonar con tanta certeza. Esto sólo lo explica  la experiencia que da observar desde abajo la grandeza, callar e ir  razonando. 
Ahora-dice el niño- para concluir esta  primera sesión dejemos algunas preguntas claras que deberíamos hacernos  todos- 
¿Por qué la juventud prefiere huir,  enajenarse, pensar en otras cosas antes de enfrentar al gobierno? 
¿por qué el pueblo siente el peso del  hambre, el desespero y continúa sin gritar, salir a la calle? 
¿por qué permitimos llegar a 50 años  de fallido mandato? 
¿por qué el mundo no entiende la lucha  del pueblo cubano? 
¿por qué es más fácil criticar que  tratar de entender? 
¿por qué el ejército cubano no se  siente responsable de defender a su pueblo? 
¿por qué nos hacemos tantas preguntas  y tenemos tan pocas respuestas? 
¿por qué llegamos a otras tierras y  nos olvidamos del sufrimiento? 
¿por qué siempre nos culpamos,  criticamos,  valoramos  para no llegar a una conclusión final? 
¿por qué no entendemos que tener  partidos,  líderes, proyectos es algo necesario? 
¿por qué no practicamos la democracia,  el respeto y el sentido de lucha? 
¿por qué aún existen personas que  viviendo en la miseria no piensan en el cambio? 
Al final les quiero dar las gracias-dijo   el pequeño- porque haber podido reunirnos es una señal de reconocernos,  de comenzar a estrechar los lazos entre nosotros. Preguntas hay muchas,  respuestas no tantas. Comprender que diferente ubicación geográfica,  edades dísimiles,  pensamientos encontrados no nos hace más o  menos cubanos. Cubanos somo los que entendemos que el país necesita  un cambio.  De pequeños pasos se hace una escalera. 
Fotografía: Internet