Somos responsables de nuestras vidas
Por: José Carlos García Fajardo*
Estábamos acostumbrados a la “movilidad psíquica”, a pensar que los hijos vivirían mejor que los padres, y ahora esa esperanza se ha quebrado y se abre un periodo de incertidumbre con malos presagios. Los jóvenes más cualificados emigran, el desempleo aumenta, las tramas de corrupción y el exceso de incompetencia provocan desánimo, no faltaba sino esa Unión Europea, que quiso construir la Europa económica sin contar con la Europa social y la política, y eso es imposible. Faltan voces que propongan caminos ilusionantes y viables, dice Adela Cortina, en una espléndida conversación con Juan Cruz.