Por José Gabriel Ramón Castillo
En esa década proliferaron las publicaciones (resurgir moderno de la literatura Samizdat) y entre las más conocidas estaban el boletín del Instituto de Economista Independiente “Manuel Sánchez Herrero”, “EL Observador” de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y la revista Vitral, que aunque estaba amparada por el Centro de Formación Cívica y Religiosa de la arquidiócesis de Pinar del Rio funcionaba sin licencia editorial y eso la hacía vulnerable a los mecanismo represivos del régimen.
Como bulle el mundo de hoy con Yoanis Sánchez, Claudia Cadelo y el conjunto de blogueros cubanos que bajo constante asedio informan sobre lo que ocurre en la Isla, la Cuba de entonces hervía con las voces de Manuel Vázquez Portal, Odalys Curbelo, Claudia Márquez Linares y Santiago Santana entre otros que a diario daban a conocer lo que acontecía en el país. Por día crecía el número de comunicadores sociales que se incorporaban al periodismo independiente y en un santiamén se formaron dieciséis agencias de prensa independientes. ¡Qué locura!, como decía un colega al referirse a este hecho y a que el Gobierno no podía parar ese movimiento cultural aunque aplicará los más disimiles procedimientos policíacos.
La pujante intelectualidad cubana habría espacios entre los intersticios de la opresión, que se frenó con el encarcelamiento de 35 periodistas independientes en la Primavera Negra de Cuba, marzo 2003. Sin embargo, como el Ave Fénix, ha resurgido y se visualiza en decenas de periodistas, artistas y blogueros envuelto en una dinámica de cambios donde hacen valer sus opiniones.
Este 3 de mayo, día de la libre expresión, los cubanos lo celebraran engulléndose los problemas y rumiando sus necesidades. Cuba sigue siendo ese lugar oscuro donde expresarse puede costar la vida o en el mejor de los casos ir a parar a la cárcel con largas condenas como ha ocurrido desde el establecimiento del régimen castrista.
Entre los 205 condenados por cuestiones políticas 22 son periodistas independientes. Sus vidas están condenadas al ostracismo y no celebrarán el día de la libre expresión. A ellos y a todos los encarcelados por ejercer este derecho debiera haber una dedicatoria constante.
Cuando las ideas están encarceladas, como sucede hoy en Cuba, el mejor tributo es el homenaje permanente. La libertad no puede supeditarse a los caprichos del destino ni a las buenas intenciones de los opresores. Esa es la verdad y no la que vende los compromisarios de la dictadura indolentes ante esta terrible barbarie. [Blog Pepinistas.es]
Respetado y estimado Pablo Felipe Pérez Goyry.
ResponderEliminarNos complace saludarle desde Epicentro Hispánico, en la oportunidad de comunicarle que hemos tenido el privilegio de seleccionar a su excelente blog, para transferirle "El Premio Inconfidentes 2.009", esperando sea de su pleno agrado y satisfacción.
Un farternal saludo.