Por Marcela Valente (IPS)
Jueves 14 de Mayo de 2009 09:27
Lejos del prejuicio que sugiere que Internet acabará con la lectura, desconocidos escritores argentinos que encontraron una vía de expresión en la blogósfera cosechan premios en el mundo y consiguen que sus textos del mundo virtual se vuelquen en libros, obras de teatro y guiones para televisión.
El primero fue Hernán Casciari, un argentino radicado en Barcelona, quien, tras publicar novelas, cuentos y ensayos con escasa difusión, escribió una historia virtual en capítulos a la que tituló "Los Bertotti". La obra fue reconocida como la mejor bitácora del mundo por la emisora de radio y televisión alemana Deutsche Welle en 2005 y en pocas semanas este autor ganó fama.
La protagonista de la llamada "blogonovela" era una mujer de unos 50 años, con un esposo sin empleo, tres hijos adolescentes y un suegro anciano y drogadicto. Sorprendido por el galardón, Casciari aseguró que "Mirta Bertoti" es su madre y que comenzó a escribir sobre ella para divertir a un puñado de amigos.
La novela luego se publicó en formato de libro bajo el título "Más respeto que soy tu madre" y, transformada en obra de teatro, es hoy la que convoca más público en la avenida Corrientes, la tradicional zona céntrica de salas de espectáculos de Buenos Aires. Es protagonizada por Antonio Gasalla, uno de los actores más calificados de Argentina.
Casciari sigue escribiendo para sus blogs, pero ahora también lo hace para teatro y cine.
En tanto comenzó a destacarse una colega de Casciari. La columnista de revistas Carolina Aguirre, también premiada como guionista de cortos y mediometrajes, nutrió durante meses el blog Bestiaria, que fue dos veces finalista, en 2006 y 2007, de los Weblogs Award de Estados Unidos y finalmente ganador de ese galardón en 2008.
Bestiaria, un recorrido por estereotipos femeninos, fue elegido por el público como mejor blog en español en 2008 en el marco del certamen de Deutsche Welle, y ganó el premio Intel como mejor blog de Arte y Cultura de Latinoamérica. La editorial Alfaguara lo publicó ese mismo año como libro.
Entonces Aguirre se animó con La Peleadora, otro blog que se publica en la edición virtual del diario Crítica, de Buenos Aires, descrito como "un catálogo de peleas entre una mujer de mal carácter y algunos personajes que quieren hacerle la vida miserable".
"Hace unos seis meses me fui a probar una remera (camiseta) en un local de ropa, pero como me quedaba corta, no la llevé. Cuando se la devolvía, la vendedora me hizo una sugerencia insólita que en ese momento me pareció una broma: "Llevatela y agregale una telita abajo", me dijo, la muy asquerosa", empieza.
Casi al mismo tiempo, Aguirre alimentaba "Ciega a citas", que en un año se transformó en su segundo libro, publicado por la misma editorial. Bajo el nombre de Lucía González, la autora cuenta porqué tiene que tratar de conseguir un novio para la boda de su hermana, que se celebrará en siete meses.
"Ayer tendría que haber matado a mi madre y a mi hermana, pero en vez de apuñalarlas me comí medio lemon pie (pastel de limón) y lloré. Mi hermana menor, Irina, nos invitó a cenar a su casa para darnos una sorpresa: que se casaba en siete meses y medio", arranca Aguirre, bajo el seudónimo de Lucía.
"Todo parecía ir relativamente bien hasta la hora del café, cuando yendo al baño me llevé la sorpresa de mi vida. Mientras me estaba lavando las manos, escuché a lo lejos una conversación que todavía me cuesta asumir como real. Mi mamá le decía a mi hermana que esta boda iba a ser muy difícil para mí, porque yo era la mayor de las dos (tengo 30 años y ella 27) y la que tenía que casarse primero".
"Que yo tenía el peor trabajo (soy periodista y gano una miseria, es cierto), que no tenía pareja (¿cómo sabe?), que estaba gorda (tengo unos 12 kilos de más) y que mi vida no iba hacia ningún lado (cierto también)". Es entonces que Lucía emprende la cruzada de conseguir novio para la boda de su hermana.
La "blogonovela", nutrida diariamente, tuvo dos millones de visitas en poco más de ocho meses, y la productora argentina Rosstoc y Fox Internacional están adaptando los textos para una serie de televisión que se verá este año.
"Cuando escribís un blog escribís con el lector adentro", comentó Aguirre a IPS. "La novela, hasta que no está terminada, no tiene un lector, que además será siempre invisible y mudo. En el blog, las dos instancias corren paralelas. Todos los días alguien lee lo que escribí y yo soy consciente de que alguien está ahí", reflexiona.
"La novela tiene una distancia más higiénica entre quien escribe y quien lee. Nada me condiciona, pero, a la vez, nunca sé si estoy escribiendo una gran historia o una porquería. Es como si el termómetro estuviera roto", dice.
Respecto de la posibilidad de que los blogs reemplacen a los libros, Aguirre cree que "nadie sabe qué va a pasar, pero ninguna de las opciones parece el Apocalipsis". "Los lenguajes y soportes se transforman, evolucionan y mutan porque hay lectores o espectadores que hacen lo mismo", opinó.
"El cine no murió cuando llegó el sonido, sino que cambió. El teatro no murió a pesar del cine, y los radioteatros sí murieron a manos de la telenovela", precisó. En el proceso actual "cualquiera de esas cosas puede pasar", vaticinó.
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