Por France Robles.
Miami Herald.com / 13.05.09
Radio y TV Martí eliminarán el 20 por ciento de su plantilla en una reforma que tiene por fin actualizar el formato de las estaciones anticastristas ante la perspectiva de una fuerte reducción del presupuesto federal.
En su solicitud de fondos al Congreso, la entidad que supervisa las controversiales Radio y TV Martí, presentaron un presupuesto con $2.4 millones menos.
Las transmisiones, financiadas por el gobierno federal y dirigidas a romper el bloqueo informativo de la isla, cambiarán de formato en respuesta a la propuesta de reducción de presupuesto. Radio Martí asumirá un formato completamente noticioso y TV Martí trasmitirá un noticiero de cinco minutos cada media hora, con otra programación en el ínterin.
El objetivo es que menos personas produzcan noticias más rápidamente y mejor en un intento desesperado por ganar audiencia para una programación ampliamente criticada y que, según sus detractores, recibe demasiado dinero y tiene muy poca audiencia.
"Tendremos que eliminar plazas, 10 de las cuales ya están vacantes'', afirmó ayer Pedro Roig, director de la Oficina de Transmisiones a Cuba, desde Praga, donde asistía a una reunión de la dirección de la entidad. "Pensamos que podremos vencer este reto y ser más flexibles. En la televisión, cuando el noticiero está en el aire, hemos visto que el nivel de atención de la gente baja. Lo que la gente quiere es algo más breve y más al grano, una dinámica diferente de lo que se ofrece ahora''.
Los empleados recibieron la noticia en una reunión la semana pasada, pero se preguntan cómo se las arreglará la estación para cubrir su tiempo de transmisiones.
Radio y TV Martí, que tienen una plantilla combinada de unas 160 personas, han sido acusadas desde hace mucho de ser inútiles inventos federales que emplean a personas con amistades influyentes en la política.
Sus críticos dicen que muy pocos cubanos escuchan Radio Martí en la isla y que prácticamente nadie ve TV Martí. El gobierno cubano interfiere la señal constantemente y muchos han dicho que la programación es aburrida.
No se conocen cifras oficiales del número de televidentes y radioyentes en la isla de 11.2 millones de habitantes, pero funcionarios federales han dicho anteriormente que se estima que en Cuba hay entre 10,000 y 15,000 antenas parabólicas que pueden captar la señal.
El año pasado, menos del 1 por ciento de 1,200 cubanos entrevistados por teléfono dijo que había escuchado Radio Martí durante la semana anterior, según un estudio publicado por la Oficina de Fiscalización Gubernamental, la rama de investigación del Congreso. Pero el mismo informe dice que casi la mitad de los cubanos recién llegados a Estados Unidos dijo que había escuchado las transmisiones durante los últimos seis meses.
La reducción de presupuesto fue propuesta por la Junta de Transmisiones, que supervisa a las estaciones. La entidad envió al Congreso una propuesta de presupuesto que incluye un aumento de fondos general de 3.9 por ciento, que refleja más transmisiones dirigidas a lugares como Afganistán. El presupuesto de las transmisiones a Cuba se redujo en aproximadamente 7 por ciento.
"Estamos tratando de aumentar la audiencia y aligerar aspectos de la programación para responder a las opiniones que hemos recibido'', señaló la portavoz de la Junta, Tish King. ‘‘Estamos implementando estos cambios y resulta que hacer estas cosas cuesta menos''.
King agregó que la propuesta de presupuesto enviada al Congreso solicita $32.4 millones, en comparación con $34.8 millones anteriormente.
"Algo es algo, pero el problema real es: ¿cuál es la justificación para continuar financiando TV Martí?", preguntó el representante Bill Delahunt, demócrata por Massachusetts, quien solicitó un informe que criticó duramente la falta de audiencia del canal. "¿Para qué seguir financiando una operación con beneficios absolutamente nulos?".
Roig dijo que había pedido que no se redujera el presupuesto para las transmisiones, por lo que la nómina resultó más afectada.
Los despidos y cambios de formato ocurrirán en octubre, pero algunos de los colaboradores de ambas estaciones dijeron que ya habían decidido renunciar.
"Tengo entendido que la estación de radio va a asumir un formato exclusivamente noticioso. Yo no creo que eso funcione porque es muy difícil de mantener'', indicó el presentador radial Ernesto Betancourt, el primer director de la estación cuando salió al aire en los años 80.
"Eso no es viable. La gente en Cuba está al margen del mundo y necesita explicaciones y comentarios a las noticias''.
Betancourt dijo que había decidido renunciar porque se sentía obligado a expresar su oposición a la política del presidente Barack Obama sobre Cuba, con la que no concuerda, dijo.
Obama eliminó el mes pasado las restricciones a los cubanoamericanos para visitar a sus familiares en la isla, así como el envío ilimitado de remesas.
"Yo no quiero tener nada que ver con esto'', expresó Betancourt, "ni siquiera para criticarlo''.
Miami Herald.com / 13.05.09
Radio y TV Martí eliminarán el 20 por ciento de su plantilla en una reforma que tiene por fin actualizar el formato de las estaciones anticastristas ante la perspectiva de una fuerte reducción del presupuesto federal.
En su solicitud de fondos al Congreso, la entidad que supervisa las controversiales Radio y TV Martí, presentaron un presupuesto con $2.4 millones menos.
Las transmisiones, financiadas por el gobierno federal y dirigidas a romper el bloqueo informativo de la isla, cambiarán de formato en respuesta a la propuesta de reducción de presupuesto. Radio Martí asumirá un formato completamente noticioso y TV Martí trasmitirá un noticiero de cinco minutos cada media hora, con otra programación en el ínterin.
El objetivo es que menos personas produzcan noticias más rápidamente y mejor en un intento desesperado por ganar audiencia para una programación ampliamente criticada y que, según sus detractores, recibe demasiado dinero y tiene muy poca audiencia.
"Tendremos que eliminar plazas, 10 de las cuales ya están vacantes'', afirmó ayer Pedro Roig, director de la Oficina de Transmisiones a Cuba, desde Praga, donde asistía a una reunión de la dirección de la entidad. "Pensamos que podremos vencer este reto y ser más flexibles. En la televisión, cuando el noticiero está en el aire, hemos visto que el nivel de atención de la gente baja. Lo que la gente quiere es algo más breve y más al grano, una dinámica diferente de lo que se ofrece ahora''.
Los empleados recibieron la noticia en una reunión la semana pasada, pero se preguntan cómo se las arreglará la estación para cubrir su tiempo de transmisiones.
Radio y TV Martí, que tienen una plantilla combinada de unas 160 personas, han sido acusadas desde hace mucho de ser inútiles inventos federales que emplean a personas con amistades influyentes en la política.
Sus críticos dicen que muy pocos cubanos escuchan Radio Martí en la isla y que prácticamente nadie ve TV Martí. El gobierno cubano interfiere la señal constantemente y muchos han dicho que la programación es aburrida.
No se conocen cifras oficiales del número de televidentes y radioyentes en la isla de 11.2 millones de habitantes, pero funcionarios federales han dicho anteriormente que se estima que en Cuba hay entre 10,000 y 15,000 antenas parabólicas que pueden captar la señal.
El año pasado, menos del 1 por ciento de 1,200 cubanos entrevistados por teléfono dijo que había escuchado Radio Martí durante la semana anterior, según un estudio publicado por la Oficina de Fiscalización Gubernamental, la rama de investigación del Congreso. Pero el mismo informe dice que casi la mitad de los cubanos recién llegados a Estados Unidos dijo que había escuchado las transmisiones durante los últimos seis meses.
La reducción de presupuesto fue propuesta por la Junta de Transmisiones, que supervisa a las estaciones. La entidad envió al Congreso una propuesta de presupuesto que incluye un aumento de fondos general de 3.9 por ciento, que refleja más transmisiones dirigidas a lugares como Afganistán. El presupuesto de las transmisiones a Cuba se redujo en aproximadamente 7 por ciento.
"Estamos tratando de aumentar la audiencia y aligerar aspectos de la programación para responder a las opiniones que hemos recibido'', señaló la portavoz de la Junta, Tish King. ‘‘Estamos implementando estos cambios y resulta que hacer estas cosas cuesta menos''.
King agregó que la propuesta de presupuesto enviada al Congreso solicita $32.4 millones, en comparación con $34.8 millones anteriormente.
"Algo es algo, pero el problema real es: ¿cuál es la justificación para continuar financiando TV Martí?", preguntó el representante Bill Delahunt, demócrata por Massachusetts, quien solicitó un informe que criticó duramente la falta de audiencia del canal. "¿Para qué seguir financiando una operación con beneficios absolutamente nulos?".
Roig dijo que había pedido que no se redujera el presupuesto para las transmisiones, por lo que la nómina resultó más afectada.
Los despidos y cambios de formato ocurrirán en octubre, pero algunos de los colaboradores de ambas estaciones dijeron que ya habían decidido renunciar.
"Tengo entendido que la estación de radio va a asumir un formato exclusivamente noticioso. Yo no creo que eso funcione porque es muy difícil de mantener'', indicó el presentador radial Ernesto Betancourt, el primer director de la estación cuando salió al aire en los años 80.
"Eso no es viable. La gente en Cuba está al margen del mundo y necesita explicaciones y comentarios a las noticias''.
Betancourt dijo que había decidido renunciar porque se sentía obligado a expresar su oposición a la política del presidente Barack Obama sobre Cuba, con la que no concuerda, dijo.
Obama eliminó el mes pasado las restricciones a los cubanoamericanos para visitar a sus familiares en la isla, así como el envío ilimitado de remesas.
"Yo no quiero tener nada que ver con esto'', expresó Betancourt, "ni siquiera para criticarlo''.
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